Gobierno argentino pide a YPF que haga uso de su "potencialidad de inversión"

Buenos Aires, 6 feb.- El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, insistió hoy en que es "necesario" que la petrolera YPF, controlada por la española Repsol, "haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión".

"Es necesario que YPF, como tiene más del 60 por ciento del mercado hidrocarburífero en Argentina, haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión, que se explore, pero también que se produzca", sostuvo Boudou en declaraciones a la estatal Televisión Pública.

Tras una semana de rumores sobre una posible nacionalización de YPF nunca confirmados ni desmentidos por el Gobierno, Boudou aseguró que "el problema no es si YPF es privada o no privada", sino "si tiene sentido nacional, si su sistema de funcionamiento está pensado en la producción petrolífera o con lógica financiera de corto plazo".

El vicepresidente culpó este fin de semana a YPF de tener una visión "de corto plazo", financiera y no productiva, que, a su juicio "se da de narices" con las necesidades del país.

"A partir de 1999 empezó a declinar la producción de petróleo de YPF y luego de 2003, la de gas. Argentina necesita satisfacción del mercado interno. No es razonable que teniéndolo en nuestro suelo se esté importando", subrayó hoy.

El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, también acusó este sábado a YPF, en la que Repsol tiene el 57,43 por ciento de las acciones, de haber realizado inversiones insuficientes en exploración, extracción y refino y advirtió de que el Estado hará cumplir las leyes para que las petroleras tengan producción plena en los yacimientos.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se reunió el pasado viernes en Buenos Aires con directivos del grupo argentino Petersen, dueño del 25,46% de la petrolera, confirmaron a Efe portavoces de la compañía sin brindar más detalles.

Ese mismo día, el Gobierno argentino anunció la cancelación de incentivos a la producción de petróleo y gas por unos 2.000 millones de pesos anuales (459,7 millones de dólares), medida que afecta, además de YPF, a Panamerican Energy, de capitales argentinos y chinos, a la brasileña Petrobras, a la estadounidense Esso y a la china Sinopec, entre otras.

La suspensión de los incentivos se concretó después de que la presidenta, Cristina Fernández, reclamara días atrás a las petroleras la reinversión de sus ganancias en el país para aumentar la producción de combustibles, un recurso que Argentina se vio obligada a importar fuertemente en 2011.

El pasado día 15, el Gobierno denunció por supuesto "abuso de posición dominante" en el mercado de gasóleo a las petroleras YPF, la anglo-holandesa Shell, Esso, Petrobras y la argentina Oil Combustibles.

YPF, cuya áreas ejecutivas están bajo gestión del grupo Petersen, registró en los primeros nueve meses de 2011 unas ganancias netas de 4.506 millones de pesos (1.036 millones de dólares), un 1,61% menos que en el mismo período de 2010.