También analizará el impacto del periodo de cómputo

Hacienda estudiará si retrasar la edad de jubilación aumenta o recorta la pensión

El Instituto de Estudios Fiscales ultima una herramienta para afinar el impacto que tienen las reformas sobre la pensión inicial de cada trabajador y sobre la suficiencia de las prestaciones del sistema. 

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, junto a la ministra de Hacienda
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, junto a la ministra de Hacienda
EFE

Una de las carencias de los análisis que se hacen sobre el impacto de las reformas en el sistema de pensiones es que se enfocan de forma casi exclusiva sobre su sostenibilidad, es decir, sobre si contribuyen a incrementar el gasto en pensiones o por el contrario a reducirlo. Ése es el criterio a partir del cual gobiernos, partidos políticos, institutos de análisis y organismos internacionales miden el acierto o desacierto de las medidas adoptadas y también el termómetro a partir del cual se deciden las medidas de política económica. El 'think tank' del Ministerio de Hacienda, el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), ha detectado la laguna y ha decidido impulsar una nueva herramienta de evaluacion que aparta el foco de lo macro - la partida del gasto en pensiones - y lo dirige hacia lo micro, el efecto real que las medidas de reforma tienen no tanto sobre el sistema como sobre las prestaciones que recibirán los futuros beneficiarios del sistema

El dispositivo tendrá la forma de un simulador, la intención de Hacienda es que empiece a operar en el año 2022 y su objetivo principal será medir el impacto que los ajustes introducidos en el sistema de pensiones tiene sobre la suficiencia de las prestaciones de los jubilados, es decir, si sirven para elevarlas o reducirlas y en el caso de que tengan efectos mixtos en qué casos concretos las mejoras y en qué otros casos las empeoran.

El asunto no es menor. Los investigadores del IEF que han trabajado en el desarrollo esta herramienta, Ignacio Moral-Arce y Jaime Villanueva, han detectado en sus investigaciones preliminares que lejos de lo que dicen las estadísticas oficiales, que sitúan la pensión media de los nuevos jubilados cerca de los 19.000 euros anuales (unos 1.340 euros al mes, en 14 pagas), la pensión de jubilación más habitual que ofrece el sistema público de pensiones es de apenas 11.000 euros al año, lo que vendrían a ser unos 785 euros al mes. Si esto se ve corregido posteriormente en las estadísticas oficiales, que proporcionan datos sobre pensión media, es porque también se produce una fuerte concentración de pensionistas en el entorno de la pensión máxima - especialmente entre los hombres - y ese factor eleva de forma significativa la media hasta los niveles que se aprecian mes tras mes en la estadísticas que difunde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.

Sus hallazgos les han animado a poner el foco no sólo en la sostenibilidad del sistema sino también en la suficiencia de las prestaciones que abona. Los datos que manejan apuntan a que la pensión más habitual con la que los españoles llegan al momento de jubilarse es un 40% inferior a la que muestran las estadísticas oficiales y se mueve en unas cuantías que obligan a plantearse si es suficiente para cubrir las necesidades de sus perceptores. Su informe abre una nueva perspectiva sobre la consideración de la suficiencia de las nóminas que abona el sistema de pensiones y advierte en particular sobre la situación del grupo de pensionistas que están por debajo de los 10.000 euros anuales "que pueden ser susceptibles de encontrarse en situación de vulnerabilidad en el futuro".

En este sentido, el simulador en que está trabajando el 'think tank' del Ministerio de Hacienda aspira a "estimar de forma más precisa las pensiones de entrada que tendrán los futuros pensionistas" y a captar las modificaciones en las mismas derivadas de la aplicación de la reformas introducidas en el marco regulatorio. En este sentido, su análisis se va a centrar inicialmente en los efectos de la reforma de las pensiones de 2011, cuyos elementos principales son la elevación progresiva de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años entre 2013 y 2027 y la ampliación del periodo de cotización que se tiene en cuenta para el cálculo de la pensión de los 15 a los 25 años.

Fuentes conocedoras de la herramienta explican que la misma está concebida para integrar en el simulador las modificaciones normativas que se vayan introduciendo en el sistema, lo que le permitirá detectar el impacto sobre la pensión inicial de cada perfil de pensionista de los ajustes que se vayan introduciendo en la normativa. En su plan operativo para 2022 que se define en el proyecto de Presupuestos, el Ministerio de Hacienda no oculta que la herramienta se utilizará como base para sostener las decisiones de política económica que adopte el Ministerio.

Brecha de género

La nueva herramienta se construirá, según la explicación que dan sus autores en un informe publicado en la web del IEF, utilizando información de organismos oficiales, como el Instituto Nacional de Estadística o Eurostat, junto a una aproximación micro, empleando la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social, que proyecta a nivel individual variables relevantes del mercado laboral como tiempo trabajado y salario. "Esta doble aproximación permite generar cálculos desagregados por género de diferentes variables relacionadas con las pensiones, en especial de jubilación, incorporando de este modo un nuevo elemento de análisis que no existía hasta este momento", señalan los autores en el informe.

Esa novedosa óptica de género, no utilizada hasta el momento, le ha permitido concluir que hasta la fecha la reforma de pensiones del año 2011 no ha tenido ningún efecto significativa en el cierre de la brecha de género. Las mujeres continúan siendo mayoría en ese segmento de pensionistas cuyas percepciones se sitúan por debajo de los 11.000 euros anuales y continúan percibiendo pensiones que de media son inferiores en un 30% a las de los hombres. La 'buena noticia' es que sus proyecciones apuntan a que esa brecha de género se cerrará de forma significativa de aquí a 2060.

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