El TIN o Tipo de Interés Nominal, es el porcentaje que indica la rentabilidad o coste financiero de un préstamo hipotecario, es decir, el porcentaje que se corresponde con la cantidad que se deberá abonar en forma de intereses por el dinero que la entidad bancaria ha prestado. Se trata de un componente esencial en los pagos o cuotas mensuales, ya que cuanto más bajo sea, menos se pagará en intereses a lo largo de la vida del préstamo.
Por su parte, la TAE o Tasa Anual Equivalente es un indicador que muestra el coste real y total de la hipoteca, incluyendo el TIN y otros gastos como seguros y comisiones asociadas al préstamo. Útil para comparar entre distintas hipotecas al tener una visión más completa del coste del préstamo, se expresa en forma de un porcentaje anual.
Dado que este segundo indicador nos ofrece el coste real de la operación, es el que nos ofrece una imagen más precisa de lo que gastaremos. A pesar de que, por ley, la TAE debe constar en los contratos y en la publicidad de los productos bancarios, cada consumidor tiene la posibilidad de hacer sus propios cálculos, debiendo recurrir para ello a la fórmula matemática: TAE= (1 + r/f)f-1, en la cual “r” es el TIN y la “f” la frecuencia de los pagos.
¿Qué diferencias hay entre el TIN y la TAE?
Tras conocer que es el TIN y la TAE, conviene hablar de sus diferencias. La principal es que en el TIN solo se refleja el interés que se aplica sobre el capital prestado, mientras que la TAE incluye otros costos vinculados al préstamo. Esto significa que el Tipo de Interés Nominal, tan solo muestra el porcentaje de interés que habrá que pagar por el dinero prestado, mientras que la Tasa Anual Equivalente, ofrece una visión global, en la que se refleja tanto el interés como otros gastos y comisiones que están relacionados con el propio préstamo hipotecario.
Dicho esto, conviene conocer la manera en la que ambos afectan al consumidor, ya que son indicadores importantes a la hora de calcular los costes asociados a una hipoteca. Mientras que el TIN nos indicará los intereses que habrá que pagar por el dinero prestado, y que tendrá un menor coste financiero por el préstamo cuanto más bajo sea el Tipo de Interés Nominal, en el caso del TAE, podremos conocer tanto esos intereses como otros gastos asociados.
De esta forma, conociendo en qué consisten el TIN y el TAE en una hipoteca, también es posible diferenciar entre ambos indicadores y saber en cuál hay que fijarse para conocer el coste exacto de la hipoteca a firmar. Asimismo, en estos préstamos hay que tener en cuenta otros dos términos, que son el plazo, que se refiere al periodo de tiempo durante el cual se va a pagar la hipoteca y que afectará al monto del pago mensual; y el interés fijo, que en el caso de una hipoteca de tipo fijo, el TIN se mantiene constante a lo largo de todo el plazo del préstamo, lo que ofrece una mayor estabilidad en tus pagos, conociendo exactamente lo que habrá que pagar mes a mes, sin lugar a sorpresas en el presupuesto.
