Pendiente del recorte de tipos

La dependencia del euríbor y el impuesto exponen a la banca ante el 'agitado' 2024

Las entidades nacionales serán de las primeras en notar en su balance los efectos de la caída de este índice, al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas, factor sobre el que también pesa la mayor cultura compradora. 

Kindelán, Campa y Carlos Cuerpo
La dependencia del euríbor y el impuesto exponen a la banca ante el 'agitado' 2024. 
EFE

La banca afronta un año lleno de incertidumbre. Después de los récords cosechados en 2023 que recogerán las cuentas de resultados, tal y como ya descuenta el mercado, las perspectivas del sector para este ejercicio arrojan muchas incógnitas. El aumento de los créditos en vigilancia especial, el desplome en la concesión de hipotecas y la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) comenzará a bajar los tipos de interés a partir del segundo semestre figuran como los principales desafíos que tienen por delante las entidades de cara a los próximos meses. Unos factores que en el caso español tienen más relevancia dado la influencia del euríbor sobre el total de préstamos concedidos para vivienda. 

A pesar de que los tipos de interés fijos han ido ganando terreno en los últimos años, pasando de tener una cuota inferior al 10% a suponer más del 30% de la cartera viva de préstamos, según recoge la Asociación Hipotecaria Española (AHE), las hipotecas variables siguen canalizando el grueso del mercado, circunstancia que si bien en los dos últimos años ha sido motivo de alegría para la industria financiera, ahora la previsión de que la política monetaria cambie de rumbo hace que éste sea uno de los riesgos a tener en cuenta. Desde Barclays avisan de que España será uno de los países en los que más notará la banca la bajada del euríbor, precisamente, por esta tendencia y por la mayor predilección hacia la propiedad. 

En un informe, la firma británica prevé que el margen de intereses se estabilizará de aquí en adelante, en línea con lo que esperan la mayoría de analistas, para comenzar a descender en 2025, cuando proyecta una contracción media del 5%. En cualquier caso, se descarta un escenario extremo en el que los beneficios se vayan a resentir en exceso ya que no se contempla la posibilidad de que los tipos regresen al 0%. A esto hay que añadir que sigue sin remunerar los depósitos lo suficiente teniendo en cuenta al nivel al que se han encarecido las tasas de referencia del dinero, recuerda Ignacio Cantos, analista de ATL Capital. 

En este sentido, el experto argumenta que aunque los márgenes sufrirán el cambio de ciclo en la política monetaria, considera que el repliegue del euríbor no será "algo dramático" y pone el foco en la morosidad, que se mantiene en niveles bajos por el momento. Cantos señala también otros focos de preocupación para el negocio bancario a corto y medio plazo, como la escasez de vivienda y su acceso a la misma, circunstancias que provocan asimetrías en el balance de los bancos, pues desembocarán en una menor actividad mientras la amortización de hipotecas se mantiene y empuja a una contracción del saldo crediticio.

Según los últimos datos publicados por AHE, el pago anticipado de estas deudas ha repuntado un 20% entre octubre de 2022 y octubre de 2023 al calor del Código de Buenas Prácticas impulsado por las entidades en colaboración con el Gobierno, que exime del pago de comisiones por cancelar hipotecas a tipo variable. Esto unido al retroceso en el flujo del crédito en un 13% ha provocado que el saldo vivo destinado a la adquisición de una casa se sitúe por debajo de los 500.000 millones (497.238 millones), una cifra inédita desde 2006, cuando alcanzó los 493.183 millones. No obstante, el sector avisa de un freno pese a que seguirán siendo gratis. 

El impuesto extraordinario eleva la amenaza de "intervención"

A la evolución de la actividad hay que sumar el impuesto extraordinario aprobado hace dos años con el objetivo de gravar al 4,8% los ingresos por comisiones y los intereses. En un principio solamente se iba a aplicar con cargo a las cuentas de 2022 y 2023, sin embargo, el Ejecutivo aprobó una prórroga de un año dejando la puerta abierta a convertirlo en permanente. Barclays incluye la "intervención" de Moncloa en la lista de riesgos a considerar. "Aunque hay visibilidad sobre la tasa para los próximos años, la intervención pública puede perjudicar la percepción sobre España debido a la naturaleza fragmentada del Gobierno", agregan. 

Asimismo, alertan de que la prórroga absorberá el ahorro que iban a registrar gracias a la menor aportación al Fondo Único de Resolución (FUR) y al Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) en los siguientes 24 meses, dado que se abona una vez finalizado el ejercicio. Un posicionamiento que comparte S&P Global, que lo ve desde un prisma más positivo al alegar que la reducción de la contribución a estas partidas "compensarán con creces" el importe del gravamen. En conjunto, el consenso de 'Bloomberg' espera que los seis grandes 'players', esto es, Santander, Unicaja Banco, Sabadell, BBVA, CaixaBank y Bankinter, contabilicen una ganancia conjunta récord superior a los 25.000 millones. 

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