Inbenta abrirá oficina en Singapur tras reforzarse en Latinoamérica

  • La tecnológica catalana Inbenta, que desarrolla software de atención virtual al cliente, abrirá en breve una delegación en Singapur, desde la que atacará el mercado asiático, tras reforzar su presencia en Latinoamérica con la puesta en marcha de una oficina en Chile.

Barcelona, 13 jul.- La tecnológica catalana Inbenta, que desarrolla software de atención virtual al cliente, abrirá en breve una delegación en Singapur, desde la que atacará el mercado asiático, tras reforzar su presencia en Latinoamérica con la puesta en marcha de una oficina en Chile.

Fundada en Barcelona en el año 2005, Inbenta es actualmente una empresa multinacional con un ambicioso plan de crecimiento para los próximos tres años, en los que espera doblar anualmente su cifra de ventas y personal.

Inbenta tiene una plantilla de 42 personas, una treintena de ellas en Barcelona, y en 2013 alcanzó una facturación de 2,8 millones de dólares (unos 2 millones de euros), cifra que prevé elevar hasta los 3,5 millones de dólares (2,6 millones de euros) este 2014, explica a Efe su fundador y consejero delegado, Jordi Torras.

La compañía, que empezó a operar en el mercado español, decidió en 2010 dar el salto a los mercados internacionales "para poder sobrevivir en condiciones", lo que le llevó a establecerse progresivamente en países como Francia, Holanda, Brasil o Estados Unidos, donde desembarcó hace tres años en Silicon Valley (San Francisco), la cuna mundial de las empresas tecnológicas.

Aunque Torras asegura que estar presente en Silicon Valley no es "imprescindible" para una empresa innovadora, sí que reconoce que el hecho de haber abierto oficina allí le ha reportado numerosas ventajas, como estar cerca de sus competidores, de los grandes clientes y, sobre todo, de los inversores.

"En Europa y en España la industria del capital riesgo no está lo suficientemente desarrollada. En Estados Unidos se invierte en numerosos proyectos, sabiendo que muchos de ellos acabarán en fracaso, y eso es algo que la mentalidad europea no concibe", comenta Torras.

Aunque los inicios en California fueron difíciles, ya que a la empresa le costó "hacerse hueco" en el mercado, un año y medio después Inbenta empezó a cerrar los primeros contratos con clientes y, a día de hoy, Estados Unidos constituye ya la unidad de negocio del grupo que más vende.

El pasado mes de abril, además, Inbenta cerró una primera ronda de financiación de 2 millones de dólares (aproximadamente 1,5 millones de euros), que lideró el fondo de capital riesgo chileno InverSur Capital.

Esta inversión ha permitido a Inbenta consolidar su posición en el mercado latinoamericano, donde ya disponía de oficina en Brasil y socios en Colombia y México, con la apertura de una oficina en Chile, que planea convertir en su centro de operaciones en la región para abordar, posteriormente, otros países como Argentina o Perú.

Además del continente americano, Inbenta tiene la mirada puesta en Asia, donde prevé poner en marcha de forma "inminente" una delegación en Singapur para atacar comercialmente esta región asiática.

Tras estas aperturas, el objetivo de Torras es afianzar a Inbenta en los mercados en los que ya está presente y acrecentar su presencia en Estados Unidos, ya que, afirma, operar allí reporta a la compañía "credibilidad" de cara a clientes extranjeros.

En un plazo de dos años, el directivo no descarta lanzar una nueva ronda de financiación de serie B, de alrededor de 10 millones de dólares (unos 7,3 millones de euros), para seguir creciendo y dar "un empujón más" a su presencia global.

En este contexto de crecimiento internacional, Inbenta seguirá apostando por Barcelona, donde mantendrá su sede central y también su centro de I+D, desde el que desarrolla software para clientes de todo el mundo.

Inbenta está especializada en inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural y entre sus clientes figuran instituciones y empresas de ámbitos como la banca, la restauración, los servicios o la energía, como Fnac, La Caixa, Bosch, Mapfre, Repsol o Volkswagen, entre otros.

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