El IPC subyacente escala al récord del 5,7% en la Eurozona y aboca a subir los tipos

Lo venía advirtiendo el Banco Central Europeo y los datos vuelven a darle la razón. Una inflación más persistente de lo que se pensaba aboca al emisor a seguir adelanta con el endurecimiento de su política monetaria con las turbulencias financieras lejos de solucionarse. Eurostat ha confirmado este miércoles que la inflación general se moderó al 6,9% en marzo, frente al 8,5% que había registrado en febrero. El problema es que la tasa subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos y apunta a tensiones más estructurales, ha vuelto a marcar un nuevo récord desde la creación del euro en el 5,7%.

La oficina de estadísticas europea explica que la moderación del IPC general por quinto mes consecutivo responde a la caída de los precios de la energía, del 0,9% (frente a la subida del 13,7% de febrero) por el llamado el 'efecto escalón': los precios de estos productos se dispararon en marzo del año pasado a raíz de la invasión de Ucrania y la imposición de sanciones a Rusia. La parte positiva es que la inflación regresa a niveles de febrero de 2022 en el caso de la zona euro y a niveles de abril del año pasado en el caso de la Unión Europea, donde la tasa general menguó en marzo hasta el 8,3% desde el 9,9% del mes previo. 

Las mayores tensiones vuelven a localizarse en el precio de los alimentos, que aceleran la subida interanual hasta el 14,7% (venían de encarecerse un 13,9% de media en febrero). Junto a estos, también se encarecieron más los servicios, un 5,1% de media. Una instantánea distinta muestran los precios de los bienes industriales no energéticos, que frenan su escalada dos décimas hasta el 6,6%. Al excluir del cálculo de la inflación general el impacto de la energía, la tasa de interanual de la Eurozona se sitúa en el 7,9% en marzo, una décima por debajo de la del mes anterior.

Cada vez más divisiones dentro del BCE

Esta coyuntura pone en una situación complicada al BCE y, de hecho, está provocando cada vez más divisiones entre los dos bandos habituales de su Consejo de Gobierno, como advierte Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers. Desde su punto de vista, a los 'halcones' u ortodoxos les inquieta la continua aceleración de la inflación subyacente, y en estos momentos ésta parece ser su única brújula. Creen que "la política monetaria debe endurecerse a marchas forzadas –y en grandes incrementos– mientras la inflación subyacente no se estabilice al menos", explica. Por otro lado, las 'palomas' no piden necesariamente una pausa, pero parecen querer abrir el debate a esa posibilidad, probablemente apuntando a 25 puntos básicos de incremento en la reunión del 4 de mayo sin una orientación explícita de un mayor endurecimiento.

Entre los Veintisiete, las menores subidas de precios respecto del mismo mes del año anterior se registraron en Luxemburgo (2,9%), España (3,1%) y Países Bajos (4,5%), mientras que las subidas más intensas se produjeron en Hungría (25,6%), Letonia (17,2%) y Chequia (16,5%). España logra elevar su diferencial de precios en relación a la Eurozona (donde se encuentran sus principales socios comerciales) hasta los 3,8 puntos porcentuales desde los 2,5 del mes anterior, lo que hasta ahora ha permitido a las empresas exportadoras del país arañar cuota de mercado en relación a sus competidoras del resto de grandes economías del euro.