Tras un año de récord

España gana cuota frente a Alemania, Francia e Italia por el tirón exportador

El país gana más de dos puntos de cuota de mercado en relación a los niveles precovid frente a sus competidores en productos químicos, material informático y electrónica, vestido y calzado, alimentación...

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos
Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos
Europa Press

De enero a octubre del año pasado, el tirón de las exportaciones permitió a España ganar más de dos puntos de cuota de mercado frente al resto de grandes economías de la Eurozona (Alemania, Francia e Italia) en relación a los niveles previos al estallido de la pandemia de Covid, atendiendo a las cifras que recaba Eurostat, la Oficina de estadísticas comunitaria. En un contexto de desaceleración del comercio mundial por el shock energético e inflacionario y por las consecuencias de la guerra en Ucrania, la economía española está resistiendo mejor el embate de la crisis y logra reforzar su capacidad competitiva en el exterior.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos explican a este diario que, por una parte, se mantiene la capacidad de financiación frente al exterior consolidándose el superávit por cuenta corriente, que "ya tiene un carácter estructural". El Banco de España ha confirmado este martes que el país sumó en 2022 el décimo año consecutivo con superávit por cuenta corriente tras registrar un saldo positivo de 11.800 millones de euros, lo que supone un alza del 2,6% respecto a 2021, debido al fuerte aumento del superávit generado por el turismo.

No solo es algo inédito hasta la fecha, sino que se produce en medio de un periodo que incluye la mayor recesión en tiempos de paz (por la Covid), la inflación más elevada casi en cuatro décadas y la subida de tipos más acelerada desde la creación del euro (hasta llevar el precio del dinero al 3% en febrero). Las mismas fuentes inciden en que, a la vez, el turismo no solo está recuperando los niveles previos a la crisis sanitaria, sino que está incrementando su cuota respecto a los principales competidores, como se pone de manifiesto en la evolución de las pernoctaciones de los no residentes -también según cifras de Eurostat-.

Ese mismo patrón se repite en las exportaciones de bienes, que no solo están resistiendo mejor, sino que están también ganado cuota de mercado, en especial en sectores como los productos químicos, el material informático y la electrónica, el vestido y el calzado o la alimentación, entre otros. Otras fuentes consultadas atribuyen esta ganancia de competitividad a que la inflación en España fue más baja (el país despidió el año pasado con la tasa de IPC más reducida entre los Veintisiete), a los menores costes energéticos que tuvieron que soportar las empresas españolas en relación a sus pares europeos (gracias al mecanismo ibérico y al tirón de las renovables); y a que sindicatos y empresarios de las compañías exportadoras han logrado alcanzar un pacto de rentas implícito que ayudó también a contener sus costes, entre otros factores. 

Con los datos disponibles hasta noviembre del comercio declarado de Aduanas, las ventas de mercancías españolas al exterior aumentaron un 23,6% en relación al mismo periodo del año anterior hasta alcanzar el récord de 357.111 millones de euros. En los once primeros meses del año las importaciones subieron un 35,8% hasta los 420.714 millones de euros, que es también un nivel histórico para nuestro país. El crecimiento de las exportaciones es mayor y esto permite contener el déficit en noviembre, que se reduce a la mitad respecto a octubre hasta su valor mensual más bajo desde septiembre de 2021.

La situación de los exportadores alemanes

Se prevé que junto al consumo privado, las exportaciones se conviertan en uno de los motores que permitan a la economía nacional mantenerse en positivo pese a la incertidumbre creciente. La situación más ventajosa frente al choque energético está siendo clave, como se aprecia en el hecho de que las otras tres grandes economías del euro han ido perdiendo cuota de mercado sobre el comercio total de mercancías de forma más acelerada a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Su mayor dependencia de partida a los hidrocarburos rusos ha costado muy cara a Alemania.

Entre las grandes empresas de la primera economía europea que son intensivas en gas, un grupo importante se ha visto obligado a parar la producción o a rebajarla de forma drástica a lo largo de los últimos meses: ha sucedido en su industria química, en la siderúrgica, pero también en la de componentes para automóvil o en la cerámica. La inflación ha asestado un duro golpe a un sector para el que los problemas en las cadenas de suministro no han terminado de solucionarse por completo, ni tan siquiera con la reapertura china. 

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