Irlanda celebra el "Arthur's Day" con críticas por el gran consumo de alcohol

  • Irlanda celebra mañana la quinta edición del "Arthur's Day", una fiesta de carácter global en honor del fundador de la cervecería Guinness que está generando controversia por su creciente carácter "alcohólico".

Javier Aja

Dublín, 25 sep.- Irlanda celebra mañana la quinta edición del "Arthur's Day", una fiesta de carácter global en honor del fundador de la cervecería Guinness que está generando controversia por su creciente carácter "alcohólico".

Aunque no debe extrañar que cualquier celebración en Irlanda está regada con importantes cantidades de alcohol, hasta el Gobierno de Dublín ha intervenido en esta ocasión para mostrar su preocupación no solo por la imagen nacional, sino también por las consecuencias para la salud.

Ya el pasado año se registró en la capital un aumento del 30 por ciento en las llamadas nocturnas al servicio de ambulancias, mientras más de 2.000 camas hospitalarias fueron ocupadas por emergencias relacionadas con el consumo de alcohol.

El secretario de Estado irlandés de Atención Primaria, Alex White, quien tiene responsabilidades en el área de alcoholismo y drogodependencias, ha afirmado que el "Arthur's Day" se ha convertido en una especie de "falso día nacional".

El dirigente laborista también ha denunciado que la festividad es una invención, una herramienta publicitaria de Diageo, la gran multinacional alimentaria británica propietaria de Guinness, cuyo objetivo es la simple promoción de sus productos.

Algunos artistas de renombre se han desmarcado ya del evento como el cantautor Christy Moore, quien ha escrito una canción en contra, o los Waterboys, que hablan en un nuevo tema de vómitos, gente orinando por las esquinas y hospitales colapsados por los borrachos.

No es casualidad tampoco, dicen los críticos, que el "Arthur's Day" se celebre cada año en jueves, tradicionalmente el día de la semana en que la mayoría de los estudiantes sale de copas.

Todo comenzó el 24 de septiembre de 2009 cuando la cerveza tostada más famosa del mundo, la irlandesa Guinness, cumplió 250 años y Diageo montó una fiesta "planetaria", que comenzó en Dublín y acabó un día después en Kuala Lumpur, con paradas intermedias en ciudades como Lagos, Nueva York y Ottawa.

Se celebraba el hecho de que en 1759 Arthur Guinness (1725-1803) firmó un contrato de arrendamiento de 9.000 años por 45 libras anuales para elaborar en la fábrica de Saint James's Gate, en Dublín, la que sería dos siglos y medio después la cerveza "stout" (negra) más icónica.

En cada ciudad, a las 17.59 hora local, comenzó una serie de actuaciones callejeras, conciertos, charlas y conferencias que sirvieron de excusa para levantar una reposada pinta y brindar con un "sláinte" (salud, en gaélico) por el legado de Arthur Guinness.

Fue todo un éxito para la multinacional, si bien pocos imaginaron entonces que el "Arthur's Day" se convertiría en una festividad fija en el calendario irlandés, similar al día de San Patricio, el patrón nacional.

Diageo insiste en que siempre anima en sus campañas a "beber responsablemente" y este año su director de relaciones corporativas en Europa, Peter O'Brien, se ha comprometido a pasar la noche en la sala de urgencias de un hospital dublinés para ser testigo directo de las consecuencias del abuso de alcohol.

En una entrevista a una emisora local, el ejecutivo precisó, no obstante, que la responsabilidad última por el abuso de cualquier sustancia recae en la persona y no en "los dueños de bares o compañías como la nuestra".

Para O'Brian, el "Arthur's Day" celebra tres cosas: "La marca Guinness, el pub -un símbolo de la cultura irlandesa- y la música".

Con las cifras en la mano, los irlandeses no beben mucho más que sus colegas europeos, pero su imagen estereotipada -reflejada a menudo en la literatura, el cine o la música- es la de un pueblo apegado al alcohol.

Según la organización "Alcohol Action Ireland", financiada principalmente por el Ministerio de Sanidad, cada irlandés mayor de 15 años consumió durante 2012 una media de 11,68 litros de alcohol puro, frente a los 10,7 litros de sus vecinos europeos.

Y respecto a la cerveza, cada irlandés ingirió durante 2011 86 litros, por encima de la media europea, pero lejos de otros países como Alemania, Austria o la República Checa, donde superaron los cien litros.

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