Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno

"No tiene sentido hablar de burbuja del hidrógeno si no hay escalada de precios"

Insta a regular los usos del hidrógeno, a trabajar en el fomento de la demanda y a iniciar un mercado que permita el despliegue a gran escala y, con ello. el abaratamiento de todos los costes. Cifra en 21.000 millones las inversiones.

Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno.
"No tiene sentido hablar de burbuja dado que no hay una escalada de precios de H2"
Asociación Española del Hidrógeno (AeH2).

Javier Brey (Sevilla, 1974) es una de las voces con mayor autoridad para hablar de hidrógeno verde en España. En 1998 inició su carrera profesional en el ámbito de este vector y las pilas de combustible en la empresa Abengoa. En 2016, deja la multinacional para crear y dirigir H2B2, una empresa tecnológica orientada a la producción limpia de hidrógeno mediante la electrólisis polimérica. Preside la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) desde 2009 -se fundó en 2002- y defiende con pasión que el país tiene la capacidad de posicionarse como líder global en la consecución de una economía del hidrógeno. Brey habla con La Información tras el frenesí  del European Hydrogen Energy Conference (EHEC), que se ha celebrado durante estos tres últimos días en Bilbao.

Pregunta.- ¿Qué ha supuesto para la patronal organizar este evento en el que toda la industria europea tendrá puesta la vista?

Respuesta.- Esta conferencia (la European Hydrogen Energy Conference o EHEC) sirve para poner juntas a más de 1.200 personas de 35 países, con la idea de debatir sobre los últimos proyectos y avances tecnológicos en hidrógeno; el celebrarla cada dos años en España, desde 2005, supone que, periódicamente, ponemos el epicentro del hidrógeno en nuestro país, podemos mostrar con fuerza el potencial que tenemos en este sentido.

P.- ¿Por qué han elegido Bilbao?

R.- A lo largo de estos 19 años, el EHEC ha ido rotando… las últimas ediciones fueron en Málaga y Madrid… en 2024 ha tocado Bilbao, y para 2026 hemos elegido Sevilla. Nos da la oportunidad de enseñar nuestro país, y de variar los proyectos e iniciativas de hidrógeno que pueden visitar los asistentes. Por ejemplo, en esta edición han tenido la oportunidad de visitar enclaves del “Corredor Vasco del Hidrógeno”; en dos años visitarán el “Valle Andaluz del Hidrógeno Verde”.

P.- La AeH2 tiene activo el 'Call for Abstracts', ¿han salido participantes del congreso?

R.- De este evento saldrán, sin duda, nuevos proyectos, ideas y colaboraciones… que, con un poco de suerte, veremos cómo crecen y se desarrollan en futuras ediciones del EHEC…

P.- Hay quien habla ya de burbuja del hidrógeno incluso antes de que se produzcan su desarrollo a gran escala, ¿qué opina?

R.- No tiene sentido hablar de “burbuja”, dado que no hay una escalada de precios de ningún tipo… podemos hablar de que hay “mucho interés”, o decir que las expectativas están siendo muy elevadas… en todo caso, siempre es mejor que la ausencia de interés. Lo que sí es claro es que no todos lo proyectos anunciados se llevarán a cabo en el corto – medio plazo; sólo los mejores, los que tengan sentido tecnológica y económicamente… pero eso es bueno para el sector; esa “selección natural” dará credibilidad al despegue de la “Economía del Hidrógeno”.

P.- ¿Tiene sentido exportar hidrógeno a través de un ‘tubo’ hacia Francia? ¿No es mejor consumirlo donde se produce?

R.- Por supuesto; el objetivo primero de nuestro país es el autoabastecimiento: garantizar la seguridad del suministro y descarbonizar nuestros sectores. Pero, del mismo modo que pasa con la energía eléctrica, es posible que, en determinados momentos, nos sobre hidrógeno renovable y nos lo quieran comprar en Europa; debemos estar preparados para ello. También tengamos en cuenta que España será uno de los “puertos naturales de entrada” del hidrógeno en el continente; hidrógeno procedente del Mediterráneo o de Latinoamérica entrará por la Península Ibérica, y debemos transportarlo a Europa.

P.- ¿Cuándo se prevé que el hidrógeno sea escalable? ¿Y rentable?

R.- Ya es escalable, desde el punto de vista de que ya está tecnológicamente maduro; la electrólisis se emplea desde hace más de 120 años, tenemos vehículos automóviles con hidrógeno que se comercializan, motores de hidrógeno… falta el despliegue a gran escala, que tendrá lugar desde ahora hasta 2030, año en el que, por ejemplo, tendremos en nuestro país 11 GW de electrolizadores instalados produciendo hidrógeno renovable. Esa producción a gran escala, unida a un transporte que garantice su disponibilidad es lo que hará que su coste sea competitivo.

P.- Prácticamente se anuncian todos los días proyectos de hidrógeno, valles del hidrógeno… Las inversiones son milmillonarias, ¿de dónde saldrá tanto dinero? ¿Es factible tanto proyecto?

R-. Como he señalado antes, los proyectos que saldrán adelante serán los mejores; los que tengan clara una conexión a energía renovable, un suministro de agua, una evacuación del hidrógeno, un cliente para el mismo… los que, tecnológicamente, tengan sentido, por eficiencia y madurez… hay proyectos que no verán la luz, pero, insisto, eso va a garantizar la solidez del sector en su arranque. En cuanto al dinero, las inversiones estimadas de aquí a 2030 están entre 21.000 millones de Euros, según el último censo de proyectos de la Asociación. Este dinero viene tanto del sector público (por ejemplo, el PERTE de Energía Renovable, Hidrógeno Verde y Almacenamiento Energético) como del privado. 

P.- En su opinión, ¿cuáles son los mejores usos para el hidrógeno?

R.- Ésa es, precisamente, una de las cualidades principales del hidrógeno: su enorme transversalidad. Puede ser usado en el sector de la energía (como sistema de almacenamiento estacional), del transporte (terrestre, naval o aéreo), residencial e industrial (como combustible y como materia prima); y tenemos proyectos planteados en nuestro país que abarcan todos ellos.

P.- ¿Cuándo veremos en España una producción masiva?

R.-  Como decíamos antes, el actual borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) recoge como objetivo que tengamos en nuestro país una capacidad instalada de electrolizadores de 11 GW para el año 2030. Eso nos permitiría producir cerca de 1 millón de toneladas anuales de hidrógeno renovable, un 10% del objetivo europeo para esa fecha; podemos considerar eso como una “producción masiva”.

P.- ¿Qué ventajas tiene el país en este campo respecto al resto de Europa?

R.- España cuenta, fundamentalmente, con tres ventajas competitivas. Por una parte, un recurso renovable en calidad y cantidad suficiente (es decir, podremos producir una gran cantidad de hidrógeno a un precio competitivo). En segundo lugar, una industria fuerte, bien ubicada a lo largo de toda la cadena de valor del hidrógeno (producción, transporte, almacenamiento, uso). En tercer lugar, una gran experiencia y conocimiento en I+D, en nuestras universidades y centros tecnológicos y de investigación (que permitirá a nuestra industria seguir siendo competitiva a medio y largo plazo)

P.- ¿Cómo se deben maximar las inversiones?

R.- Ahora mismo, hay interés en muy diferentes ámbitos; hay empresas especializadas que cotizan en bolsa, nuevas start-ups que van surgiendo, fondos “ángel” y “venture capital” que van entrando a invertir… el mercado va madurando, va creciendo, y eso se refleja en el apetito inversor.

P.- Muchas compañías del sector se están quejando de falta de apoyo regulatorio e incertidumbre, ¿qué hace falta para dar una visión clara en hidrógeno?

R.- Se ha tardado más de lo debido en empezar a publicar regulación; los retrasos generan inseguridad, y dificultan el cumplimiento de los objetivos que tenemos a 2030… efectivamente, sería bueno acelerar en este sentido. Más allá de eso, habría que empezar a regular los usos de este hidrógeno, a trabajar en el fomento de la demanda, en iniciar un mercado que permita el despliegue a gran escala (y con ello, el abaratamiento de todos los costes asociados).

P.- ¿Es justo que el hidrógeno nuclear francés tenga la etiqueta verde?

R.- En todo caso, el hidrógeno nuclear francés tendría la etiqueta de “bajo en emisiones” de CO2, como es lógico, pero no la de “renovable”, que haría referencia al producido desde fuentes de energía renovable.

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