La polémica en torno a los 80 centros de urgencias en la Comunidad de Madrid; la huelga de los profesionales de Atención Primaria en Cantabria; protestas de los médicos de familia en Navarra y Aragón y, en general, en la mayoría de Comunidades Autónomas. Al Sistema Nacional de Salud Español, la joya de la corona del sistema de bienestar, le comienzan a saltar las costuras. Y quizás su gran problema, y aquí coinciden políticos de todos los colores y profesionales sanitarios, es que “faltan médicos”. Hasta el propio Ministerio de Sanidad, en un estudio elaborado recientemente, reconoce que en cinco años faltarán en España 9.000 médicos más y en la próxima década unos 20.000.
Pero el problema no se queda ahí. Alrededor de 80.000 médicos se jubilarán en los próximos diez o doce años, según el informe elaborado por el Sindicato Médico Andaluz. El número de facultativos que se retirarán al año en la próxima década está entre 7.000 y 8.000. Y es que actualmente hay unos 80.000 profesionales mayores de 55 años, el 34% de los que están en activo. Y además, el problema es que “no se podrán reponer” porque los médicos que acaban el MIR cada año son insuficientes.
“Los recortes en la anterior crisis afectaron mucho a las convocatorias de plazas para la formación de Graduados/Licenciados/Diplomados como especialistas por el sistema de residencia (MIR, EIR, FIR, QUIR, BIR, PIR y RDIR), explica Vicente Matas, del centro de estudios del citado Sindicato Médico Andaluz. “Y en estos años se está demostrando, que eso fue un grave error del gobierno de España y de los Servicios de Salud de las CCAA. Ahora se han dado cuenta y rectifican, pero muy tarde, cuando la realidad se ha impuesto y nos faltan médicos, de varias especialidades, para ocupar las plazas que quedan vacantes por el importante número de jubilaciones que se están produciendo y sin embargo, paradójicamente tenemos una bolsa de unos 3.000 médicos sin especialidad que acabaron en los últimos años en nuestras facultades y no han obtenido plaza como residentes”.
“Faltan médicos de varias especialidades”, anestesiología, geriatría, neurología, medicina de familia, “y ‘sobran’ licenciados en Medicina que no han podido acceder a la formación MIR”, indica el estudio. Algo que contrasta con la iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez de crear más plazas de estudiantes, cuando España ya es uno de los países con más facultades de Medicina del mundo. Mientras, persiste el “embudo del MIR”, del que han quedado excluidos 4.000 graduados en la última convocatoria. Pese a ello, y según Eurostat, España es de los países europeos con más médicos por 100.000 habitantes. Concretamente, 457.
En mayo de este año terminaron el MIR 6.478 médicos; en el año 2023, un máximo de 6.743 y en el año 2024 de 7.496, cantidad insuficiente para que haya una tasa de reposición adecuada. El problema, además, persiste y “la asignación de plazas MIR 2022”, salían a concurso 8.188 plazas, ”será recordada por dejar más de 200 plazas sin cubrir en cuatro especialidades diferentes. En concreto, son las especialidades de Medicina del Trabajo, con ocho plazas, Medicina Preventiva y Salud Pública, también 8, Microbiología y Parasitología, una, y Medicina de Familia, que no ha sido capaz de asignar 200 plazas de las 2.336 para esta convocatoria con las que arrancaba la asignación. Este hecho supone un auténtico debacle para el Sistema Nacional de Salud dado que dejará de formar durante los próximos 4 años a 217 especialistas, y más concretamente a 200 médicos de Atención Primaria, el área donde más facultativos se necesitarán en los próximos 15 años debido a la oleada de jubilaciones que marca la demografía sanitaria”, cuentan desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
“Pero es que además, de los médicos que finalmente terminan el MIR cada año hay un importante número que se marchan a sus países de origen o bien se marchan a países de nuestro entorno en los que les ofrecen mejores contratos, más estables, con mejores condiciones laborales y mucho mejor retribuidos”, explica el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Tomás Cobo.
“El principal problema de la profesión médica en España y de todo nuestro sistema de salud” continúa Cobo, “no es solo una acuciante falta de profesionales, sino los contratos y la precariedad laboral que sufren, especialmente los más jóvenes y que genera un rechazo de nuestros compañeros a ejercer una vocación que, como mínimo, requiere de una gran nota de acceso al grado de Medicina y de al menos once años de formación para poder comenzar a ejercer”. La falta de profesionales es “un auténtico problema de Estado”, ha descrito Enrique Ruiz, titular de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
"El problema no es solo la falta de profesionales, sino los contratos y la precariedad laboral que sufren"
En este sentido, desde 2011 han sido 31.149 los médicos especialistas que han solicitado el certificado de idoneidad para poder salir de España a ejercer y se calcula que de ellos han sido “unos 20.000” los médicos que han ido a otros países a ejercer su labor. “El sistema MIR en España forma magníficos médicos especialistas, que son muy valorados en todo el mundo. Por otro lado las ofertas de trabajo de nuestros Servicios de Salud, los contratos eventuales, con jornada parcial, incluso por meses, semanas, días... Así, nuestros jóvenes médicos especialistas aceptan contratos indefinidos con mejores condiciones laborales, profesionales y retributivas de países de nuestro entorno”, dice Vicente Matas. La mayor parte de las solicitudes del certificado de idoneidad, el 64%, son por motivos de trabajo. Medicina de Familia, Anestesiología y Pediatría son las especialidades con mayor número de solicitudes y los principales países de destino son el Reino Unido, Francia, Irlanda, Italia y Alemania.
El grave problema de estas ‘grietas’ en nuestro sistema sanitario es que “repercute en la salud en los ciudadanos”, explican los expertos. Y en este sentido un caso real de ahora mismo, sin especificar las comunidades porque “el problema afecta a todas por igual”, refleja perfectamente cuáles son las “bondades” y “carencias” de un modelo que “ha primado la asistencia hospitalaria en detrimento de la atención primaria, tanto en medicina general como de especialidades”, concluyen a La Información desde las asociaciones de médicos de Atención Primaria.
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