Kerry pide a los kurdos que contribuyan a la unidad de Irak ante la crisis

  • El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, reclamó hoy a los dirigentes kurdos que contribuyan a la unidad de Irak para solucionar el conflicto, en una jornada marcada por la muerte de decenas de personas en bombardeos y la disputa por la principal refinería del país.

Bagdad, 24 jun.- El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, reclamó hoy a los dirigentes kurdos que contribuyan a la unidad de Irak para solucionar el conflicto, en una jornada marcada por la muerte de decenas de personas en bombardeos y la disputa por la principal refinería del país.

Kerry expresó su confianza en el papel activo de esta región autónoma para buscar una solución a la crisis y formar parte del nuevo Gobierno iraquí.

Así se lo transmitió al presidente del Kurdistán, Masud Barzani, y al dirigente de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), Borham Saleh, con quienes se reunió por sorpresa en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

El jefe de la diplomacia estadounidense también se entrevistó con el primer ministro del Kurdistán, Nechirvan Barzani; su viceprimer ministro, Qubad Talabani; y el coordinador del partido Movimiento para el Cambio, Nashiruan Mustafa, según informó la página web Pukmedia, de la UPK.

Después de instar ayer en Bagdad a la formación de un nuevo Ejecutivo de unidad que represente a todos los iraquíes para frenar el avance de los insurgentes, Kerry invitó hoy a esas autoridades kurdas a "participar activamente en el futuro de Irak y en la formación del próximo Gobierno".

En varias entrevistas a canales estadounidenses, el secretario de Estado aseguró que "una Irak unida es más fuerte y se debe respetar la unidad del país como un todo".

Kerry rechazó opinar sobre si el primer ministro iraquí, el chiíta Nuri al Maliki, debe permanecer en el poder.

"Si el pueblo iraquí decide que va a haber un nuevo líder o no eso depende de ellos, pero necesitamos un nuevo gobierno unido que con el líder que sea elija avanzar en el proceso (de unidad y reconciliación)", explicó.

Por su parte, Barzani dijo que la insurgencia suní liderada por el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que asalta desde hace dos semanas el norte, oeste y este del país, "ha creado una nueva realidad y un nuevo Irak".

"A la luz de estos nuevos cambios y esta nueva realidad es necesario elegir un nuevo liderazgo para el país", afirmó.

Hasta el momento, el Kurdistán mantiene la tranquilidad y la paz dentro de su territorio, adonde no han llegado los combates entre el Ejército y los insurgentes suníes.

Sin embargo, las tropas kurdas ("peshmergas") aprovecharon la desbandada de los militares iraquíes en los territorios fronterizos para tomar el control de algunas zonas disputadas con el Gobierno de Bagdad, como Kirkuk.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha negado por el momento solicitar ayuda de los "peshmergas" para frenar el avance de los insurgentes suníes, que continúan con su ofensiva hacia Bagdad y los santuarios chiíes de Kerbala y Nayaf.

Esa ofensiva surgió el pasado 5 de junio desde la provincia occidental de Al Anbar, donde hoy fallecieron al menos 69 personas y otras 144 resultaron heridas por bombardeos aéreos.

Una fuente de seguridad de Ramadi, en Al Anbar, culpó a varios cazas sirios de los ataques, mientras que la televisión oficial Al Iraqiya apuntó a aviones no tripulados (drones) estadounidenses como los responsables de bombardeos sobre posiciones del EIIL en la localidad de Al Qaem, en la misma provincia, sin dar más detalles.

Sin embargo, el portavoz del departamento de Defensa estadounidense, el contraalmirante John Kirby, aseguró en un comunicado que "las informaciones de prensa de que un dron estadounidense ha atacado a objetivos del EIIL en Irak hoy son falsas".

En el avance de la ofensiva suní hacia Bagdad se interpone la refinería de petróleo más grande del país, situada en la localidad de Biyi, en la provincia de Saladino.

Activistas locales atribuyen su control desde ayer a los insurgentes, mientras que el portavoz del Ejército, Qasem Ata, aseguró que son las Fuerzas Armadas quienes tienen en su poder la instalación.

Por otra parte, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció en Ginebra la muerte de al menos un millar de civiles desde el inicio de la ofensiva suní, que ha causado también heridas a otras 1.200 personas.

Según las cifras recopiladas por los observadores de la misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI), 757 personas fueron asesinadas y 599 heridas entre el 5 y el 22 de junio en las provincias de Nínive, Diyala y Saladino.

"Es el mínimo estimado, y creemos que (el número) puede ser mayor", anunció en rueda de prensa el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville.

El portavoz denunció que estas cifras "incluyen un número elevado de ejecuciones sumarias, asesinatos extrajudiciales de civiles, policías y soldados fuera de combate".

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