La debilidad del consumo ralentizó el crecimiento en la OCDE de abril a junio

  • El debilitamiento del consumo privado fue el principal factor de la ralentización del crecimiento económico en la OCDE durante el segundo trimestre, una tendencia particularmente acusada en los países europeos.

París, 11 oct.- El debilitamiento del consumo privado fue el principal factor de la ralentización del crecimiento económico en la OCDE durante el segundo trimestre, una tendencia particularmente acusada en los países europeos.

Según las cifras presentadas hoy, el ritmo de crecimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se quedó entre marzo y junio en el 0,2 % en dato trimestral, la mitad que en los tres primeros meses del año.

Un nivel tan bajo de progresión del Producto Interior Bruto (PIB) en el conjunto de los 33 países miembros del "Club del mundo desarrollado" sólo se había dado dos veces (en el primer trimestre de 2011 y en el segundo de 2009) desde el fin del último periodo de recesión, que había terminado a comienzos de 2009, indicó a Efe una economista de la OCDE.

Aunque el empeoramiento de las cifras del PIB fue casi generalizado, las peores estadísticas se dieron en Europa, como lo ilustra que eran países de ese continente los 13 en que cayó la actividad entre abril y junio pasados, y los seis que ya estaban en recesión (que habían registrado al menos dos trimestres consecutivos con una reducción de la producción)..

En concreto estaban en recesión al finalizar el segundo trimestre la República Checa, Irlanda, Italia, Portugal, España y el Reino Unido.

Todo eso sin tener en cuenta a Grecia ni a Luxemburgo, para los que no había datos recientes disponibles, y que presentaban malas cifras (y negativas en términos de evolución del PIB) en las últimas publicadas.

Los mayores descensos trimestrales del PIB, entre los conocidos, se constataron en Islandia (-6,5 %), Portugal (-1,2 %), Finlandia (-1,1 %), Eslovenia (-1 %), Italia (-0,8 %), Bélgica (-0,5 %) y España (-0,4 %).

Entre los países del G-7 (el grupo de los más ricos), el único que se salvó del deterioro de las cifras del PIB en el segundo trimestre fue Canadá, que experimentó un alza del 0,5 %, el mismo que en los tres primeros meses del ejercicio.

Los resultados más negativos fueron para Italia y el Reino Unido, ambos en el grupo de los seis de la OCDE en recesión.

Italia sufrió un descenso de su actividad del 0,8 % en el segundo trimestre, tanto como en el primero, debido en gran medida a la rebaja del consumo privado (restó seis décimas).

El Reino Unido cayó un 0,4 %, una cifra todavía peor al descenso del 0,3 % constatado entre enero y marzo.

Francia siguió estancada en el segundo trimestre, como ya lo había estado en el primero, con la particularidad de que en el segundo trimestre el consumo privado tuvo un efecto recesivo de una décima (había aportado una décima positiva en el primero) y que el comercio exterior le amputó otras cuatro décimas (frente a una que le había quitado en los tres primeros meses del año.

Tanto Alemania como Estados Unidos vieron sus tasas de crecimiento ralentizarse del 0,5 % al 0,3 %.

Japón marcó la mayor variación del G7 en términos relativos de la tasa de evolución de su PIB: el incremento del 1,3 % entre enero y marzo quedó en el 0,2 % entre abril y junio.

El consumo privado en la OCDE sólo aportó entre abril y junio 0,1 puntos suplementarios de PIB, frente a los 0,3 en el primer trimestre de 2012.

También empeoró el comportamiento del gasto público y de la formación fija de capital, que permanecieron estancados, cuando habían contribuido con una décima a la actividad entre enero y marzo.

Las exportaciones de los países miembros progresaron en conjunto contribuyeron con 0,1 puntos al PIB, tanto como en el trimestre precedente, mientras que los cambios en las existencias de las empresas pesaron otro tanto, cuando en el primer trimestre habían restado dos décimas.

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