La recesión y la lucha contra el déficit marcaron 2012, primer año de Rajoy

  • España recayó en la recesión en 2012, quinto año de crisis económica en el que el Gobierno del líder conservador Mariano Rajoy tomó las riendas del país con una política enfocada a la reducción del déficit y de reformas estructurales.

María Luisa González

Madrid, 18 dic.- España recayó en la recesión en 2012, quinto año de crisis económica en el que el Gobierno del líder conservador Mariano Rajoy tomó las riendas del país con una política enfocada a la reducción del déficit y de reformas estructurales.

A la prioridad de bajar el déficit del 8,5 % -9,4 % si se incluyen las ayudas a la banca- hasta el 6,3 % del PIB, se sumó la presión de los mercados sobre la deuda española, que encareció la financiación del país hasta el punto de que una gran parte del presupuesto debe destinarse al pago de intereses.

El esfuerzo de ajuste sumó 27.300 millones de euros y afectó a casi todos los sectores, incluidos los más emblemáticos como la sanidad y la educación, lo que desencadenó el descontento social y movilizaciones de protesta en las calles.

Presionado por la Unión Europea (UE) y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Rajoy concentró sus fuerzas en este primer año de su mandato, al que llegó con el respaldo de una amplia mayoría absoluta, en el ahorro y en llevar a cabo reformas en los principales sectores económicos.

Como primera medida, acometió la reforma laboral, que le costó en marzo una huelga general, tres meses después de llegar al poder.

No fue la única, el pasado 14 de noviembre, otro paro de 24 horas fue convocado contra la política de recortes.

Los sindicatos culpan a la política de austeridad impuesta por la UE de asfixiar la economía española y a la reforma laboral de no frenar la destrucción de empleo, iniciada con el derrumbe de la burbuja inmobiliaria, y que en el último año sumó 800.000 desempleados a las listas del paro, que supera los 5,7 millones, más del 25 por ciento de la población activa.

La subida de impuestos y la última medida anunciada por el Ejecutivo, la no revalorización de las pensiones hasta compensar a los jubilados la perdida de poder adquisitivo por la subida de la inflación, hizo que la oposición, encabezada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), acusara al Gobierno de Rajoy de mentir e "incumplir todo su programa electoral".

El jefe del Ejecutivo defiende "sus decisiones difíciles y duras" como inevitables y culpa al Ejecutivo de su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de dejar en herencia "unas cuentas públicas insostenibles".

Los expertos estiman que España necesita crecer por encima del 2 o el 2,5 % del PIB para crear empleo y este año, según el ministro de Economía, Luis de Guindos, el PIB español decrecerá el 1,3 % o el 1,4 %, un dato "menos malo" del 1,5 % previsto.

Luis Caramés, catedrático de Economía aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, señaló, en declaraciones a Efe, que el Gobierno de Rajoy comenzó el año con "desequilibrios muy agudos" en desempleo, en el déficit público heredado -mayor del que se creía- y en la crisis financiera.

Por ello, opinó que el Ejecutivo "ha hecho lo que no tenía más remedio que hacer" y sobre algunas de las medidas, como la reforma laboral, sostiene que "no dio el oxígeno" que se pensaba.

Para Caramés, esta crisis tiene además la particularidad de que "influye tanto o más cómo nos ven que como estamos realmente", lo que "pone al Gobierno bajo una gran presión".

Por estas razones, defendió que el "oxigeno" que falta a la economía española debe venir de la UE y del Banco Central Europeo, que han gestionado la crisis "de forma acertada pero muy lenta".

Para María Jesús Fernández, analista de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), los ajustes de este año "no han dado tantos frutos como se esperaba" ya que la economía sigue contraída, pero sostiene que "no quedaba más remedio que adoptar la estrategia seguida" cuando dependes de que el mercado te preste dinero.

En declaraciones a Efe, destacó la fuerte influencia de la crisis de deuda europea sobre España y sostuvo que el origen de la misma, "que es Grecia y la incertidumbre en torno al futuro del euro, sigue sin resolverse".

"Hay cosas que están en nuestras manos y otras que no, y dependen del entorno europeo", destacó Fernández, que citó entra las primeras "una reforma integra de la Administración pública para hacerla más eficaz y menos costosa", profundizar más en la reforma laboral y concluir la del sistema financiero, imprescindible para que fluya el crédito.

Los bancos nacionalizados este año, Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, recibirán 39.468 millones de euros de ayuda europea para su recapitalización, mientras el Ejecutivo mantiene la incógnita sobre si finalmente recurrirá a sus socios europeos para un rescate más amplio que blinde al país del acoso de los mercados.

En su balance del año transcurrido, Rajoy aseguró este lunes que 2012 ha sido "un año de dolor y sufrimiento" y aunque prevé un 2013 difícil, también lo ve como el año que traerá a España "la estabilización económica".

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