La UE sigue estancado en negociaciones sobre refuerzo de capital de la banca

  • Los ministros de Economía de la UE aún no han logrado tras 13 horas de negociaciones un compromiso sobre las nuevas normas que reforzarán los requisitos de capital para la banca europea, aunque decidieron hora hacer un último intento.

Bruselas, 2 may.- Los ministros de Economía de la UE aún no han logrado tras 13 horas de negociaciones un compromiso sobre las nuevas normas que reforzarán los requisitos de capital para la banca europea, aunque decidieron hora hacer un último intento.

Tras varias interrupciones de las sesiones de trabajo, consultas bilaterales y a varias bandas entre las posiciones más alejadas, los ministros reunidos de forma extraordinaria se habían acercado a un compromiso, pero tras leer el nuevo texto y redactar nuevamente algunos apartados de la normativa, quedó claro que el consenso no había llegado aún y la Presidencia danesa de turno incluso propuso seguir negociando en el próximo Ecofin del día 15.

No obstante, Alemania, la República Checa advirtieron de la "catástrofe" que supondría un fracaso de las negociaciones de hoy.

El ministro británico, George Osborne, se quejó de que el último texto de compromiso no reflejaba ninguna de las preocupaciones del Reino Unido, pese a ser sede de la mayor plaza financiera de Europa.

"Si eludimos el reto de implementar Basilea III podríamos enfrentar desafíos muy importantes para la confianza en Europa este año", afirmó.

"Ciertamente no podremos engañar a los mercados financieros, que seguirán estando preocupados por sus inversiones en Europa y en los bancos europeos", advirtió, al considerar que el compromiso no implementa las exigencias del acuerdo internacional de solvencia bancaria Basilea III, ni siquiera en la definición vinculante de lo que cuenta como capital de máxima calidad.

El escollo de las negociaciones sigue siendo el margen de maniobra que deben tener los países para aumentar los requisitos sin consultar a instituciones europeas.

Reino Unido, que aboga por una mayor flexibilidad nacional a la hora de endurecer los requisitos de capital al entender que son los contribuyentes de un país determinado los que pagan las facturas de un rescate y no toda Europa, cuenta con el apoyo de Suecia y de la República Checa, entre otros países.

Por otro lado, Francia, Italia y la Comisión Europea, abogan por una "armonización máxima" para no causar distorsiones en materia de competencia y no socavar el mercado único al provocar desapalancamientos (desinversiones) excesivos o repatriaciones de capital, si bien el ministro francés, François Baroin, dijo antes de abandonar el Ecofin que el texto es "aceptable y equilibrado".

El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos había abandonado el Consejo ya por la tarde.

El último texto de compromiso permitiría a los países miembros aumentar hasta un 5 % las reservas de capital para las exposiciones nacionales de activos, después de notificar a la Comisión Europea.

También podrían incrementar hasta un 3 % las exigencias de capital sobre todas las exposiciones, es decir, las nacionales, las europeas y las de países terceros, aunque tendrían que consultar antes al país afectado si el aumento está dirigido hacia éste.

Si el país en cuestión no está de acuerdo, puede pedir una mediación vinculante de la Autoridad Bancaria Europea (ABE).

La mediación planeaba a última hora problemas para Polonia y la Comisión Europea se quejaba de que se le daba poco peso.

Ese colchón adicional se sumaría al de conservación de capital del 2,5 % para todos los bancos en la UE y al anticíclico, que se fijará a nivel nacional y en tiempos de crecimiento económico podrá llegar hasta el 2,5 %.

La nueva norma exigirá al sector tener un coeficiente mínimo de capital ordinario del 4,5 % de los activos ponderados por riesgo, un capital de máxima calidad del 6 % y un capital total del 8 %.

Además, los Estados miembros tendrían la oportunidad de imponer temporalmente requisitos más estrictos, previa autorización de reguladores comunitarios, para mitigar riesgos sistémicos.

Este aspecto planteaba igualmente problemas, entre otras cosas porque, en opinión de la Comisión Europea y de Alemania, se ha ido demasiado lejos porque el texto incluye burbujas en diferentes sectores y eso significaría conceder a los países una "carta blanca".

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