La Universidad de Jaén dice centrales nucleares españolas aguantan terremotos

  • Un estudio de la Universidad de Jaén (UJA) certifica que los niveles de seguridad elegidos en el diseño de las centrales nucleares españolas son adecuados y que los terremotos y otros sucesos externos no ponen en peligro su seguridad.

Jaén, 16 ene.- Un estudio de la Universidad de Jaén (UJA) certifica que los niveles de seguridad elegidos en el diseño de las centrales nucleares españolas son adecuados y que los terremotos y otros sucesos externos no ponen en peligro su seguridad.

Los investigadores José Peláez y Carlos López Casado, ambos pertenecientes al grupo de investigación 'Riesgo sísmico y Tectónica activa' de la UJA, son los autores de este estudio, que ha sido publicado recientemente en la revista "Journal of Civil Engineering and Construction Technology".

Esta reevaluación se ha realizado utilizando una nueva metodología, diferente a la utilizada en su momento, incluyendo además varias décadas más de sismicidad, ha informado en un comunicado la UJA.

El estudio ha dado como resultado que los niveles que se eligieron para los llamados terremotos de diseño ("operation basis earthquake y safe shutdown earthquake") no sólo son correctos, sino que en algunos casos son "conservativos".

Como ejemplo ponen el caso de la central nuclear de Vandellós II, en Tarragona, en explotación desde marzo de 1988 y cuyo movimiento del suelo esperable, del orden de 0.06g, es varias veces inferior al que se eligió en su momento para el diseño del "safe shutdown earthquake", 0.20g.

Esta cifra es aún más baja que el valor obtenido (0.30g) en las evaluaciones de riesgo sísmico realizadas en las centrales nucleares españolas a finales de la década de los 90, supervisadas por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Según los investigadores de la UJA, en principio estos resultados no son sorprendentes, sino que es lo que cabía esperar, dado que la construcción de las centrales nucleares se realizó en zonas alejadas de fallas activas o estructuras sismogenéticas importantes, así como de las regiones con mayor sismicidad de la península.

El trabajo se justifica por el hecho de que alguna de las centrales nucleares españolas lleve más de 40 años en funcionamiento, como es el caso de Santa María de Garoña, en Burgos, construida entre 1966 y 1970, que entró en explotación en mayo de 1971.

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