Las Letras del Tesoro se han logrado posicionar como un instrumento financiero muy a tener en cuenta por los inversores más conservadores que tratan de mantener bajo control el riesgo de su patrimonio. Apostar por ellas tiene una serie de ventajas que las convierten en unos activos financieros muy a tener en cuenta.
Una de sus mayores ventajas tiene que ver con los plazos, concretamente con el hecho de que tengan un vencimiento de hasta 12 meses, ya que a partir del año los títulos de deuda pasan a ser denominados bonos del Tesoro u obligaciones. Esto permite a los inversores obtener un retorno rápido de su inversión, junto a los correspondientes intereses generados, porque solo tendrán que tener inmovilizado su dinero durante unos meses (3, 6, 9 o 12) para convertirlo en un producto más rentable (si los tipos siguen subiendo).
A ello hay que sumar que el importe mínimo es accesible para un gran número de personas, ya que el importe se sitúa en 1.000 euros por cada Letra del Tesoro. Para importes superiores habrá que recurrir a múltiples de esta cantidad, si bien hay que tener en cuenta que, por cada mil euros de inversión, se exige un depósito de 10 euros en el Banco de España.
También hay que destacar su relación rentabilidad – riesgo, puesto que, aunque no es un producto que ofrezca una gran rentabilidad, sí que es atractiva si lo comparamos con el riesgo que supone su inversión, ya que las Letras del Tesoro son uno de los productos con menos riesgos por su la alta calidad crediticia, derivado de la elevada capacidad del Estado para devolver la inversión junto al pago de los intereses correspondientes.
Otra ventaja a destacar son los beneficios fiscales derivados de estas inversiones, puesto que, al tratarse de un activo de renta fija pública, pueden disfrutar de algunas ventajas que no disponen otros tipos de inversión. Los rendimientos se encuentran exentos de retención a cuenta tanto en el IRPF como en el Impuesto sobre Sociedades para los residentes en España. Sí tributan como renta del ahorro y deben declararse en la Renta.
Por último, se debe destacar la facilidad para comprar este instrumento de deuda pública, ya que se pueden adquirir tanto de forma presencial, en una oficina del Banco de España o en un banco o agencia de valores, o bien a través de internet, en la propia web del Tesoro Público.
Se trata de productos financieros que están al alcance de cualquier ciudadano, que puede hacerse con ellos de manera sencilla, si bien hay que tener en cuenta que se emiten mediante subasta, por lo que los inversores presentan sus peticiones de compra al Tesoro, siendo este quién decide el precio mínimo, con un importe mínimo por petición de los mencionados 1.000 euros. Al tratarse de valores emitidos al descuento, el precio de la compra de estos instrumentos puede ser inferior o superior al que el inversor recibirá en el momento del reembolso.
¿Y cuáles son sus desventajas?
Una vez conocidas las ventajas de invertir en Letras del Tesoro, conviene hacer mención a sus desventajas, siendo la más destacable que su rentabilidad es notablemente inferior a otros productos de inversión, llegando incluso a poder encontrarse con tipos de interés negativos que pueden hacer que no sean rentables, sobre todo si se tiene en cuenta la inflación.
Por otro lado, aunque la inversión mínima no es elevada, hay otros productos similares como los depósitos a plazo fijo a los que se puede acceder desde una cuantía inferior.
