Los analistas dudan del plan Obama, mientras la patronal bancaria lo ve justificado

  • Madrid.- Los analistas españoles creen que la propuesta del presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, para restringir la actividad bancaria es poco realista, mientras que la patronal bancaria la ve justificada y el Gobierno la respeta, pero entendiendo que cada país debe aplicar sus propias recetas.

Madrid.- Los analistas españoles creen que la propuesta del presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, para restringir la actividad bancaria es poco realista, mientras que la patronal bancaria la ve justificada y el Gobierno la respeta, pero entendiendo que cada país debe aplicar sus propias recetas.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, mostró respeto por las decisiones tomadas por EEUU, aunque matizó que cada país tiene sus propias peculiaridades, por lo que "es lógico que aplique sus propias recetas".

Además recordó que los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) están en pleno proceso de elaboración de una política financiera común, si bien dijo que algunas de las propuestas de Obama han sido bien acogidas por algunos ministros.

La Asociación de la Banca Española (AEB) coincide con Obama en que la causa de la crisis financiera está en la asunción por parte de algunos bancos internacionales de un excesivo riesgo en la actividad de la inversión, razón por la que considera acertada separar esta actividad de la puramente comercial.

No obstante, la AEB no cree una iniciativa de este tipo afectase excesivamente a las entidades españolas, puesto que su actividad de banca de inversión es poco significativa.

En este sentido, el consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, aseguró que una legislación de este tipo no tendría mucho sentido en España, donde la banca siempre ha estado integrada y ha incluido banca comercial, seguros, mercados de capitales y banca corporativa, por lo que es un entorno muy distinto al estadounidense.

Aunque se mostró de acuerdo con "cualquier cosa que tenga que ver con ser más estricto", Echegoyen advirtió de que es muy importante no regular a toda prisa ni regular demasiado, para evitar problemas adicionales, como ocurrió en Estados Unidos tras la Gran Depresión.

Para la mayoría de analistas consultados por Efe, el proyecto de Obama tiene un sentido más populista que técnico, además de pocas probabilidades de aprobarse en los términos expresados.

De esa opinión es el director del departamento de Análisis de Bankinter, Ramón Forcada, para quien el tono agresivo del presidente estadounidense responde a su debilidad política, en un momento en el que ve peligrar su proyecto de reforma del sistema sanitario.

Alberto Roldán, de Inverseguros, añade que dieciocho meses después de anunciar un plan de reestructuración para el sistema financiero, "no tiene sentido salir ahora con esto", y coincide con Forcada en cuanto al carácter populista del anuncio.

De aprobarse estas medidas, los bancos españoles deberían someterse a la nueva normativa, aunque, según explica Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, les afectaría de manera "residual", dado que su modelo de negocio es muy distinto.

Muy diferente es el panorama para los grandes bancos estadounidenses, añade el analista, ya que "es como si de la noche a la mañana les dijeran que el 10 o el 20 por ciento de su actividad va a desaparecer".

En EEUU, el economista asesor de la Reserva Federal (Fed) de Chicago Richard Rosen, justificó hoy a Obama con el argumento de que una de las principales causas de la crisis económica fue la "relajación" de la normativa financiera.

Por el contrario, la Asociación de Bancos Comerciales (Bdb) de Alemania considera que los planes de Obama van en la dirección equivocada y dañarán al conjunto del sistema financiero.

Las bolsas europeas han reaccionado a la baja, cerrando sus respectivas sesiones con pérdidas, si bien el comportamiento de los bancos ha sido dispar, con revalorizaciones del 1,85 por ciento para Banesto, del 1,17 por ciento para el Banco Sabadell y del 0,86 por ciento para el Banco Popular, si bien el BBVA bajó el 0,41 por ciento y Banco Santander, el 0,37 por ciento.

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