Los bajistas mueven ficha en la guerra ACS-Iberdrola

  • Los inversores bajistas tienen su propia opinión sobre la batalla entre Iberdrola y ACS. En lo que va de año, las posiciones cortas –que apuestan por una caída del valor- sobre ambas compañías siguen caminos muy dispares. Suben un 27% para la constructora y disminuyen un 25% para la eléctrica.
Enrique Utrera

La batalla entre ACS e Iberdrola, dos pesos pesados del Ibex, se desarrolla en todos los frentes. Ahora, incluso, en los tribunales, ya que el grupo presidido por Florentino Pérez ha decidido impugnarla, después de que el consejero propuesto por ACS fuera destituido durante la junta de accionistas de la eléctrica, celebrada el pasado viernes.

Otro escenario es el político. El Congreso ha sido la semana pasada el escenario de una guerra abierta entre el PNV y el PSOE a costa de la reforma del blindaje de las compañías. Una reforma que beneficiaría a ACS, que podría hacer valer sin limitaciones su paquete del 12,7% en el capital, el mayor en la eléctrica, que tiene limitado el 10% el voto máximo de cualquier accionista. De momento, la votación ha sido retrasada hasta después de Semana Santa, para solaz de Ignacio Sánchez Galán, que temía que la reforma fuera aprobada antes de la junta.

Y el tercer punto de encuentro es la bolsa, donde también se desarrolla un curioso juego de equilibrios. En el parqué, los inversores también están tomando partido. Desde que empezó el año, las posiciones cortas sobre ACS se han incrementado un 27%, hasta llegar a representar el 5,5% del capital del grupo, mientras que las de Iberdrola se han reducido un 25%, aunque eso no evita que supongan el 14% del capital.

No obstante, en cualquiera de los escenarios, Florentino Pérez está ganando la batalla bursátil a Iberdrola en los últimos tiempos. Tanto en 2009 como en lo que llevamos de 2010, ACS se ha comportado mejor que el grupo energético, aunque las diferencias no son extraordinarias. Además, a pesar de que los hedge funds hayan puesto el punto de mira al grupo constructor, ACS apenas baja este año un 1%, frente al 5,5% de Iberdrola. 

De ida y vuelta

Durante 2010, los inversores más especulativos que apuestan por una caída del valor han corregido el camino contrario que las dos compañías hicieron el ejercicio anterior. En 2009, las posiciones cortas sobre ACS se redujeron un 45% mientras que las de la eléctrica crecieron un 36,5%.

Por lo tanto, la partida de ajedrez que ambas compañías juegan en el ámbito de lo empresarial, lo político y próximamente en los judicial se traslada también a los mercados. De momento, no cabe más equilibrio. Pero el partido no ha hecho más que empezar.

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