Los debates del Eurogrupo y el Ecofin caracterizarán la próxima semana

Carlos Martos

Madrid, 11 may.- La reunión del Eurogrupo el lunes en Bruselas y el debate que se genere el martes en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) de la UE caracterizarán la próxima semana económica y darán una vuelta de tuerca más al concepto "austeridad-crecimiento".

La reunión que celebran hoy en las afueras de Londres los ministros de Economía de los siete países más industrializados, G7 (países ricos), pone sobre la pista dónde se centra la atención de las autoridades económicas.

Las conocidas recetas de la canciller alemana, Angela Merkel, de insistir sin inmutarse en el control del déficit público para mejorar la economía europea han dado paso en los últimos tiempos a interpretaciones menos rígidas, que ponen de relieve la necesidad de impulsar medidas que fomenten el crecimiento económico.

No es que Berlín vaya a mirar para otro lado a partir de ahora en cuanto al control del déficit se refiere en el seno de la UE, sino que el hecho de que la economía en la eurozona se haya contraído en los últimos tiempos provoca una preocupante desazón.

Comienza a instalarse en el discurso comunitario la necesidad de que hay que impulsar el crecimiento económico y de que solo con medidas de ajuste y recortes presupuestarios no se logran los objetivos deseados.

En esa tarea pretende aplicarse el ministro británico de Economía, George Osborne, quien antes del comienzo de la reunión del G7 dejó claro que el encuentro ofrece una oportunidad de "considerar qué puede hacer el activismo monetario en apoyo de la recuperación, al tiempo que mantiene controladas las metas de inflación".

El ministro británico apoya que el Banco de Inglaterra se implique más en el fomento de la recuperación económica.

Osborne afirmó que "las buenas noticias son que hay más estabilidad y confianza en la economía global, pero todavía hay mucho que hacer" y dijo que es preciso "centrarnos en afianzar la recuperación y no darla por hecha".

La recuperación económica global, la superación de la crisis de la deuda y el impulso definitivo a la reforma bancaria, junto a la lucha contra la evasión fiscal, han caracterizado la reunión del G7 de este fin de semana y centrarán los debates en los próximos días.