Los ecologistas llaman a la movilización ciudadana contra la energía nuclear

  • Madrid.- Bajo el lema "Nucleares ni aquí ni en Japón. Garoña cierre ya" cerca de una decena de organizaciones ecologistas de ámbito nacional llaman a los ciudadanos a una gran protesta el jueves en Madrid para pedir al Gobierno que cierre progresivamente las centrales y abandone la energía nuclear en 2020.

Los ecologistas llaman a la movilización ciudadana contra la energía nuclear
Los ecologistas llaman a la movilización ciudadana contra la energía nuclear

Madrid.- Bajo el lema "Nucleares ni aquí ni en Japón. Garoña cierre ya" cerca de una decena de organizaciones ecologistas de ámbito nacional llaman a los ciudadanos a una gran protesta el jueves en Madrid para pedir al Gobierno que cierre progresivamente las centrales y abandone la energía nuclear en 2020.

La protesta tendrá lugar a las 7.30 de la tarde en la madrileña Puerta del Sol, y está promovida por organizaciones como Ecologistas en Acción, Greenpeace o Amigos de la Tierra, quienes están movilizando a la ciudadanía a través de internet y redes sociales.

Además de manifestar la solidaridad con el pueblo japonés, los ecologistas convocan a los ciudadanos a que pidan al Gobierno el cierre inmediato de la central nuclear de Garoña (en Burgos), cuyo reactor es "gemelo" a los accidentados en Fukushima (Japón), y la clausura escalonada de las otras siete plantas operativas en España conforme vayan cumpliendo sus 40 años previstos de vida útil.

De seguir ese calendario de cierre, la energía nuclear habría desaparecido del mix eléctrico español en 2020, algo que el portavoz de Nucleares de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha considerado "perfectamente" factible, como argumenta esta organización en su informe "Propuestas ecologistas de generación eléctrica".

Los activistas quieren que el Gobierno "tome nota" de las reacciones de otros ejecutivos europeos, como es el caso de Alemania, Austria o Suiza, tras la crisis nuclear de Japón, y responda anunciando el cierre inmediato de Garoña -previsto para 2013- y decretando la no ampliación del permiso de operación al resto de plantas más allá de los 40 años.

De esa "reacción" del Ejecutivo español ante la alerta nuclear en Japón sólo se ha sabido hoy que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha cancelado su agenda en Tenerife para seguirla, y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha reunido durante dos horas con la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten; pero nada ha trascendido del contenido de ese encuentro.

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, sí ha dicho escuetamente que la posición de su partido sobre la energía nuclear sigue siendo "la misma": "respetar la vida útil de las centrales".

Por su parte, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ha opinado en Bruselas -donde participa en una reunión de ministros de Economía de la UE-, que cree "necesario" abrir un debate sobre seguridad nuclear" y que este debate debe ser "serio, calmado y científico".

No ha precisado el lugar donde es "necesario" ese debate, si en Europa en general o en España en particular, aunque si está claro que al menos en el Congreso de los Diputados lo habrá, ya que hoy se ha anunciado la comparecencia de la presidenta del CSN e IU ha pedido también la de ministro de Industria.

El objetivo de ambas: que expliquen cómo está la seguridad nuclear en España.

El PP ha estado de acuerdo en que es "necesario" analizar las condiciones de seguridad de las centrales nucleares tras las fugas radiactivas que ha provocado el terremoto de Japón.

Respecto a esas fugas, el jefe del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital madrileño Gregorio Marañón, Rafael Herranz, ha asegurado que "no es esperable" que las radiaciones de Japón produzcan "daño humano" ya que las medidas de prevención se han aplicado de forma rápida y efectiva.

El radiobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y autor de varios estudios sobre los efectos de los accidentes nucleares en la salud, Eduard Rodríguez-Farré, ha asegurado, sin embargo, que el accidente japonés está siendo como "un Chernobil a cámara lenta".

El científico del CSIC apunta que el aumento del área de la que se está evacuando a la gente refleja que las emisiones de radiaciones son más graves de lo que dicen las administraciones japonesas, y que éstas variarán según las condiciones meteorológicas.

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