Los inversores bajistas están renovando sus apuestas contra las empresas españolas. Tras el ataque masivo que protagonizaron contra el sector financiero en primavera, llegó un movimiento de repliegue en verano, al que ahora está sucediendo un tendencia hacia apuestas selectivas.
Los especuladores parecen concentrar cada vez más sus dardos en empresas concretas, a las cuales pronostican un negro futuro por su propia realidad, más que a un sector concreto.
Y dentro de esta nueva estrategia, destacan Telecinco, Corporación Financiera Alba y Duro Felguera, tres empresas que habían conseguido escapar, hasta ahora, de los dardos de los hedge fund (fondos de inversión libre).
El retraso de la fusión de la filial de Mediaset con Cuatro puede estar detrás de las apuestas en contra que está sufriendo Telecinco, que ha visto cómo en octubre los especuladores se han hecho con el 0,224% de su capital. Esta participación alcanza un valor de mercado de 4,6 millones de euros.
En el caso de Corporación Financiera Alba, los bajistas han irrumpido con una participación del 0,381%, valorado en 8,7 millones. Este castigo está en línea con los ataques que, desde hace meses, sufren las principales participadas de la familia March: Acerinox, ACS, Indra y Ebro.
La compañía acerera tiene el 0,3% de su capital apostado a la baja, mientras que la empresas presidida por Florentino Pérez ha visto cómo los especuladores tienen 199 millones invertidos en hacer caer el 1,70% de su capital.
Indra es, después de Abengoa, Banco Sabadell y Banco Popular, la compañía más castigada en términos porcentuales por los hedge fund, que controlan el 3,71% de sus acciones. Ebro, en cambio, ha visto cómo en las últimas dos semanas los bajistas han repleado velas y han pasado de controlar el 0,5% de sus títulos al 0,2%.
Justo los contrario que Duro Felguera, donde los 2,15 millones invertidos en su contra conllevan que el 0,33% de sus acciones esté en manos bajistas.
La otra cara de la moneda corresponde a Técnicas Reunidas y Red Eléctrica, que en las últimas dos semanas han visto cómo los especuladores han huido de su capital.
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