Marruecos lamenta que la inversión española está por debajo de su potencial

  • El ministro marroquí de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías, Abdelkader Amara, lamentó la regresión de las inversiones españolas en Marruecos en los últimos años y animó a los empresarios españoles a diversificar sus intereses en más sectores, y principalmente los industriales.

Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 16 ago.- El ministro marroquí de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías, Abdelkader Amara, lamentó la regresión de las inversiones españolas en Marruecos en los últimos años y animó a los empresarios españoles a diversificar sus intereses en más sectores, y principalmente los industriales.

En una entrevista con Efe, el ministro marroquí recordó que las inversiones españolas estaban en segunda posición en 2007, por detrás de Francia, mientras que en 2011 bajaron a la cuarta posición, que mantuvieron en 2012.

Según cifras de la Oficina de Cambios (oficial), las inversiones directas españolas en Marruecos alcanzaron en 2007 un total de 6.108 millones de dirhams (547 millones de euros) frente a 1.546 millones de dirhams (138 millones de euros) en 2011.

Amara recordó a los empresarios españoles que "no solo existe el sector turístico e inmobiliario" y les alentó a interesarse por otros ámbitos, concretamente la industria automovilística, la agro-industria, la química y para-química y la farmacéutica.

"La industria comienza a tomar forma en Marruecos", recalcó Amara, quien añadió que de los 32.000 millones de dirhams (2.863 millones de euros) del volumen de inversiones extranjeras directas en Marruecos en 2012, la industria ocupó la primera posición destronando así a sectores clásicos como el inmobiliario y el turismo.

El ministro de Industria marroquí quiere atraer a la inversión extranjera, en un proceso que prefirió llamar de "colocalización" (en lugar de "deslocalización"), con una serie de incentivos que planteó a su homólogo español, José Manuel Soria, en su última visita a Marruecos y que permitirán a los inversores españoles "posicionarse en sectores prometedores en Marruecos".

A través de una mayor interacción hispano-marroquí, Amara cree que se pueden abrir otros mercados suplementarios: el de África negra para España y el de Latinoamérica para Marruecos.

La rivalidad entre Francia y España por el mercado marroquí es ya clásica, y en el terreno comercial es el país ibérico el que ha destronado a Francia por primera vez en 2012, convirtiéndose en el principal proveedor de Marruecos; sin embargo, en el capítulo de las inversiones España está todavía lejos de quebrar el absoluto dominio de Francia.

En este sentido, el semanario marroquí La Vie Eco en un artículo titulado "España y Francia se disputan el mercado marroquí" resaltó que las discusiones con Francia sobre el proceso de "colocalización" registran avances, pero con España todavía hay un "desacuerdo" sobre los ámbitos de acción.

Mientras España privilegia sectores como las energías renovables y el sector marítimo, Marruecos quiere un acuerdo que se extiende a más sectores como el textil o la agro-industria, apuntó el semanario.

Francia se presenta como el primer inversor extranjero en Marruecos con actividades diversificadas en varios sectores, además de participar en grandes proyectos estructurales del país magrebí (el tren de alta velocidad que enlazará Tánger a Casablanca, la fábrica automovilística de Renault en Tánger, los tranvías de Casablanca y Rabat, entre otros).

Sin embargo, a España le falta hacerse visible en los grandes proyectos inversores, y en los últimos años solo cabe destacar la próxima construcción por parte de la española Acciona de una planta solar en Uarzazate dentro de un consorcio liderado por la saudí Acwa; la planta de 160 megawatios que construirá Acciona está valorada en unos 500 millones de euros.

Una asignatura pendiente de la empresa española en Marruecos es el sector bancario. Según un reciente análisis del especialista Larbi Jaidi, los bancos españoles han entrado con paquetes minoritarios de acciones en los bancos marroquíes "sin tener la posibilidad de aumentarlos, y han optado finalmente por marcharse".

Otros sectores como el alimenticio, las telecomunicaciones, los seguros o la informática, entre otros, también están esperando una presencia española hasta ahora esquiva.

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