Merkel hace equilibrios entre la austeridad y su posible futuro con Hollande

  • La canciller alemana, Angela Merkel, ratificó hoy su defensa férrea del pacto fiscal en la UE, aunque negó haber entrado en confrontación con François Hollande, el aspirante socialista al Elíseo con el que se sabe condenada a entenderse de salir derrotado Nicolas Sarkozy en los comicios presidenciales.

Gemma Casadevall

Berlín, 27 abr.- La canciller alemana, Angela Merkel, ratificó hoy su defensa férrea del pacto fiscal en la UE, aunque negó haber entrado en confrontación con François Hollande, el aspirante socialista al Elíseo con el que se sabe condenada a entenderse de salir derrotado Nicolas Sarkozy en los comicios presidenciales.

El pacto fiscal -es decir, la austeridad como prioridad absoluta- es "innegociable", puesto que 25 de los 27 miembros de la UE lo suscribieron, entró en trámite parlamentario en la mayoría de esos países y no es susceptible de "modificaciones", argumenta Merkel.

Tal postura no implica una "confrontación" con Hollande sino una "constatación" de la situación real, apuntó el portavoz del gobierno, Steffen Seibert, en un intento por restar virulencia a las declaraciones de la canciller al grupo mediático alemán "WAZ".

El portavoz salía así al paso de las interpretaciones de medios como "Spiegel", según los cuales Merkel y Hollande habían entrado en una especie de batalla frontal a distancia, de resultas de sus posturas divergentes respecto al camino correcto para salir de la crisis.

El crecimiento económico es el "segundo pilar" de la política común de la UE frente a la crisis, insistió Seibert, dejando claro, por exclusión, que el primero es la austeridad.

La canciller no está en confrontación con Hollande, afirmó el portavoz, ni ha injerido en la campaña francesa, sino que simplemente describió cuál es la "situación real" del pacto. Es decir, innegociable, ya que fue "libremente" respaldado por los países implicados y está camino a ser ratificado.

Sea quien sea el ganador de la segunda ronda electoral, Hollande o Sarkozy, el Gobierno de Merkel mantendrá "la tradicional buena colaboración bilateral", dijo.

"Ambos candidatos son europeístas. Eso es lo principal. Con ambos trabajaremos como hasta ahora", insistió Seibert.

El portavoz incidía así en la controversia latente en Alemania acerca del grado de compromiso de Merkel con la campaña por la reelección de Sarkozy y hasta qué punto ello no se cobrará factura en el eje Berlín-París, caso de ser Hollande el ganador.

Merkel ha defendido su apoyo a Sarkozy como una práctica habitual entre partidos hermanados. Pero la divergencia entre su defensa de la austeridad, frente al compromiso de Hollande de renegociar el pacto la han puesto en una situación delicada.

El eje franco-alemán no puede flaquear, sea o no entre correligionarios -y hay suficientes ejemplos de ello, empezando por la legendaria amistad entre el socialista François Mitterrand y el conservador Helmut Kohl-, es la postura oficial de Berlín.

Para Merkel, como para Sarzozy, de la buena salud del eje depende la de Europa, especialmente en momentos de gran fragilidad como la actual que, como ha dicho la canciller, ha puesto a Europa ante una crisis no vivida desde la II Guerra Mundial.

Igual que la canciller defiende a rajatabla el pacto fiscal, ve inamovible la premisa de que no puede haber ayudas directas a la banca de los países de la zona euro en situación crítica.

Mientras en medios alemanes se afirma que el Banco Central Europeo (BCE) estudia ya fórmulas de ayudas directas a la banca, Seibert recordó hoy que esa línea no está "contemplada" en sus dispositivos de actuación.

Los "mecanismos de actuación" de los fondos -es decir, el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) o del futuro Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE)- prevén únicamente la oportunidad de activarse "si lo solicita un Gobierno nacional" y "con las consecuencias que de ello se derivan", dijo el portavoz.

Tanto Merkel como el Bundesbank rechazan esa opción, mientras la propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, expresó recientemente su respaldo a la fórmula.

Merkel parece determinada a mantener su línea, por encima del incipiente aislamiento respecto a sus socios y de que de nuevo tenga que verse confrontada a críticas a la presunta inamovilidad alemana.

En este orden de cosas, Berlín enfatizó su respaldo al Gobierno español, en tanto que representante al igual que Merkel de la austeridad.

"El Gobierno alemán confía plenamente en las medidas adoptadas por España", afirmó Seibert, para destacar el "respeto" con que a escala internacional se ha recibido la "determinación" mostrada por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

Seibert hizo esta apreciación, después de que la agenda de calificación Standard & Poor's rebajara ayer por segunda vez la nota de la deuda española a largo plazo, que pasó de "A" a ser de "BBB+" (aprobado alto), la misma nota que tiene por ejemplo Irlanda.

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