Educación financiera

Así funciona el método de las cuatro huchas, el truco de ahorro de los niños

Si bien, es complicado explicarles cómo se desarrolla la economía moderna, un primer paso será tratar de hacerles comprender el valor que tiene el dinero que se le está dando.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de wirestock en Freepik.

La formación económica es una asignatura pendiente en la educación de los más pequeños. Durante varios años, estos menores avanzan en la vida y pasan por diferentes etapas sin conocer el valor real que suponen las acciones cotidianas que realizan sus padres o familiares. En multitud de ocasiones, los niños piden dinero a sus progenitores para comprarse algún capricho y los mayores no les explican qué consecuencias tiene esta acción y qué hay detrás de este gesto. 

Si bien, es complicado explicarles cómo funciona la economía moderna, un primer paso sería tratar de hacerles comprender el valor que tiene el efectivo que se le está dando. Además de esto, otra forma de concienciarles sobre la importancia de este bien monetario es a través del ahorro. Si a una edad temprana se le comienza a incluir estas lecciones sobre la gestión del patrimonio, será más sencillo que cuando sean adultos tengan la capacidad de controlar de manera eficaz todo su dinero

Las cuatro huchas

Una forma muy recomendada por los expertos para educarles en este sentido es con el método de las cuatro huchas. Los padres deben pactar con los hijos en qué cuatro categorías se va a repartir el dinero que provenga de cumpleaños, navidades, pagas u otras circunstancias. Una vez tomada esta decisión, habrá que elegir qué porcentaje de los ingresos se va a dedicar a cada bote. Esta acción debe tomarse de manera conjunta con los pequeños para que estos adquieran un sentimiento de responsabilidad. 

De este modo, las áreas recomendadas para hacer la división del dinero son: gastos periódicos, ahorro, ocio y diversión y donaciones. Asimismo, según recomienda Bankinter, el porcentaje que se debe dedicar a cada hucha es un 25 %, 50 %,  15 % y 10 % respectivamente. Sin embargo, estas cantidades pueden variar teniendo en cuenta la edad y las necesidades que tenga el menor. 

Así pues, en el primero de los botes servirá para que los niños tomen conciencia de los gastos que supone la rutina diaria. Entre las partidas que se pueden incluir en este apartado se encuentran los regalos de cumpleaños, los pagos de excursiones o la factura del teléfono. Respecto al segundo frasco, este se empleará para que los menores puedan desarrollar el hábito de ahorro y para que puedan hacer frente a futuros imprevistos.

Respecto a la tercera hucha, esta se utilizará para costear los caprichos que el pequeño quiera comprar. Entradas a parques de atracciones, visitas al museo, tickets del cine son solo alguna de las posibles opciones. Por último, el último cuenco es importante para que los menores desarrollen un sentimiento de solidaridad

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