Metrovacesa dice adiós al parqué, en el que debutó en los años cuarenta

Madrid, 29 ene.- Metrovacesa dejará de cotizar en bolsa después de que la Junta extraordinaria de accionistas diese hoy el visto bueno a la OPA de exclusión presentada por sus bancos accionistas, lo que obligará a la inmobiliaria a decir adiós al parqué, en el que debutó en la década de los cuarenta.

A pesar de que la compañía adoptó su actual denominación en 1988, el origen de la misma se remonta a 1918, cuando se creó la Compañía Urbanizadora Metropolitana para la ordenación del suelo al norte de la ciudad de Madrid.

A la anterior empresa se sumó en 1935 la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, que se dedicaba a la construcción de viviendas en solares que eran propiedad de la primera y a la edificación para uso terciario en el centro de la ciudad.

Seis años más tarde la Inmobiliaria Metropolitana salió a Bolsa.

En marzo de 1988 ambas compañías se fusionaron con la Inmobiliaria Vasco-Central (Vacesa), lo que dio origen a la Compañía Metropolitana Vasco Central (Metrovacesa), acrónimo que adoptó como nombre el nuevo grupo.

El 27 de mayo de 1946 el Banco Mercantil e Industrial constituyó la empresa inmobiliaria BAMI. Ésta adquirió en 2000 el 100 % de la bilbaína Zabálburu, creada en 1969. También compró al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria el paquete de control que tenía en Metrovacesa.

En junio de 2001, BAMI lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) sobre Metrovacesa, que culminó el 18 de noviembre de 2003 con la fusión por absorción de las dos compañías bajo la denominación de la segunda.

El 14 de marzo de 2005 Metrovacesa tomó el control del 30 % de la inmobiliaria francesa Gecina y, posteriormente, presentó una OPA con la que alcanzó el control del 68,54 % de las acciones de la empresa gala.

Dos años más tarde, los socios mayoritarios alcanzaron un acuerdo de separación mediante la división de la empresa en dos grupos accionariales de referencia representados por Joaquín Rivero y Bautista Soler, de una parte, y la familia Sanahuja de otra.

Los planes para dividir la compañía en dos se aprobaron el 28 de junio de 2007. Del resultado de esta operación la familia Sanahuja se hizo con el negocio de Metrovacesa en España y activos en Francia por valor de 1.800 millones de euros, mientras que Rivero y su socio Bautista Soler se quedaron con la filial francesa Gecina y otros activos en España valorados en cerca de 500 millones de euros.

Además, Rivero y su socio recuperaron el nombre de Bami para gestionar los activos españoles que le correspondieron tras la escisión de Metrovacesa.

En agosto de 2007, Metrovacesa presentó una OPA diseñada para resolver el enfrentamiento entre la familia Sanahuja, que controlaba el 39,6 % de la inmobiliaria, y Joaquín Rivero y su socio Bautista Soler, que sumaban entre ambos el 36,14 % de su capital.

La denominación Metrovacesa quedó en manos de la familia Sanahuja junto con los negocios inmobiliarios centrados en España y parte del patrimonio de Gecina en el territorio francés, mientras que Rivero y Soler se pusieron al frente de Gecina y sus negocios inmobiliarios en Francia.

El 2 de diciembre de 2008, la CNMV suspendió la cotización de Metrovacesa al tener conocimiento de que Banesto, La Caixa, Santander, Caja Madrid, BBVA y Banco Popular, seis de las principales entidades acreedoras, podrían hacerse con el 54 % del capital a cambio de la deuda de 4.000 millones contraída en su día por la familia Sanahuja.

Dos días más tarde, Metrovacesa confirmó la entrega del 54,7 % del capital a seis entidades acreedoras que, además, comprarían de forma individual un 1,78 %.

Desde los máximos que registraban en el parqué a comienzos de 2007, entonces la inmobiliaria con mayor capitalización -8.523,4 millones-, Metrovacesa ha visto reducido su valor en bolsa un 92 %.

Las acciones de Metrovacesa cerraron hoy a 2,25 euros, después de subir el 0,45 %, ligeramente por debajo de los 2,28 euros por acción a los que se ha fijado la opa.