El documento, que han adoptado 73 de los 193 países miembros de la ONU, plantea que Estados Unidos, Francia, China, Rusia y Reino Unido, "de manera voluntaria, decidan no ejercer el veto en casos de crímenes contra la humanidad y atrocidades en masa", dijo la canciller mexicana Claudia Ruiz en Nueva York.
Aunque la declaración no es vinculante, Ruiz, flanqueada por el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, dijo que es una "oportunidad de subrayar la necesidad de reformar el Consejo Permanente para que pueda tener más eficaz y efectivo (...) y una mayor legitimidad".
El Consejo de Seguridad se ve a menudo en situación de parálisis cuando alguno de sus integrantes con derecho de veto decide bloquear una resolución, aún si los restantes 14 miembros (incluyendo los diez no permanentes) la apoyan.
En tres jornadas de la Asamblea General, varios líderes mundiales han hecho llamados a hacer reformas a la composición del Consejo de Seguridad, y también a restringir el uso del veto.
En su discurso este miércoles en el pleno de Naciones Unidas, el presidente de Costa Rica, Luis Solís, se refirió a la situación en Siria, pero también a la de "Libia, Malí, República Centroafricana, Somalia" así como "Irak", criticando al máximo órgano de decisión de la ONU por su "enfoque inadecuado para la prevención de conflictos"
"Allí donde actúa, con frecuencia, lo hace demasiado tarde", afirmó, declarando el apoyo costarricense a la propuesta de Francia y México.
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