Mobile congress. Sugieren que el congreso de barcelona podría atentar contra la salud pública por promocionar tecnologías inseguras


La Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (Peccem) alertó este martes de que el Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona desde este lunes hasta el jueves, es “el escaparate mundial de una vanguardia tecnológica totalmente insegura” y podría atentar contra la salud pública por fomentar el uso de novedades que podrían dañar la salud de la población.
Esta plataforma, que agrupa a unas 120 entidades, recalcó que la Agencia Europea de Medio Ambiente, el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa recomienda a los países desarrollar campañas informativas sobre cómo minimizar los riesgos de estas nuevas tecnologías para reducir las exposiciones innecesarias a las radiaciones electromagnéticas, con el fin de proteger a la población y a los colectivos más vulnerables, como los niños.
Peccem subrayó que el Informe Bioinitiative, elaborado por 29 científicos y expertos en salud, alertó en 2012 de los posibles riesgos de las tecnologías inalámbricas y los campos electromagnéticos.
“Nos preocupa gravemente el aumento exponencial de las fuentes de radiaciones electromagnéticas clasificadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como posibles carcinogénicas, que los niños utilicen cada vez con mayor asiduidad y a edad más temprana productos con tecnología inalámbrica y que eventos como el World Mobile Congress contribuyan a seguir comercializando nuevos productos que no han seguido un protocolo de seguridad acorde con los daños para la salud asociados a su uso”, añadió.
Las entidades integrantes en Peccem indicaron que no quieren “seguir pagando con nuestra salud, como ha sucedido con el plomo, el asbesto o el DDT. Las compañías tienen que demostrar más allá de toda duda que su tecnología es inocua para las personas, algo que se está incumpliendo actualmente”.
Por ello, exigieron que con el Mobile World Congress “se cumpla el principio de precaución recogido en nuestra Ley General de Salud Pública, que ha de ser aplicado en los casos en que los datos científicos no son concluyentes o inciertos”, porque, “en caso contrario, se podría estar cometiendo un delito a gran escala contra la salud pública”.
“El World Mobile Congress nos muestra una poderosa industria con la capacidad de influir en la toma de decisiones políticas a través del trabajo de sus ‘lobbies’, una industria que financia estudios científicos acerca de los riesgos de la tecnología que produce, una ‘industria generadora de duda’, pues estos estudios, dado el conflicto de intereses existente, no son imparciales, están enfocados a ocultar las verdaderas repercusiones e ignoran el riesgo sobre la salud”, concluyó.

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