Diagnosticado en 2014

Muere el banquero Francisco Luzón tras años de lucha contra el ELA

El economista fallece a sus 73 años. Ocupó cargos de responsabilidad en el Banco Bilbao Vizcaya, Argentaria y Santander.

Francisco Luzón
Francisco Luzón
José González

El exbanquero Francisco Luzón ha fallecido después de llevar años luchando contra la Esclerosis Lateral Amiatrófica (ELA) y haciendo campaña para conseguir más investigación. Nacido en 1948 en Cañavate (Cuenca), este mayor de tres hermanos fue uno de los banqueros que ocupó altos cargos en entidades como Banco Bilbao Vizcaya, Argentaria y que llegó a ser mano derecha de Emilio Botín y hombre clave en la expansión del Banco Santander en América Latina.  Economista de formación fue un persona clave en la transformación de la banca española y latinoamericana de los últimos 30 años. Esa pasión también le llevó a promover proyectos y plataformas educativas, basadas en la colaboración público-privada y que fomentan el trabajo en red. Fue vicepresidente del proyecto universitario Universia y consejero de Inditex. 

Como vicepresidente de la Fundación que lleva su nombre, este economista que empezó su carrera con una beca y se acabó convirtiendo en un profesional de reconocido prestigio lleva luchando contra la enfermedad que ha padecido desde que se la diagnosticaran en 2014. La fundación se ha convertido en un referente en la investigación de esta enfermedad incurable de la que se diagnostican cada año 900 nuevos casos en el conjunto del país. El número de afectados ronda los 4.000 pacientes en España.

"Ama la vida, vívela con pasión. Lucha por tu sueño. Te podrás caer, pero levántate con más impulso"... son algunas de las máximas de este exbanquero que siempre ha considerado que el Estado debe garantizar la supervivencia de las personas con enfermedades terminales o invalidantes si esa es su elección, pero "también debe amparar legislativamente la decisión en sentido contrario".

En un artículo de opinión publicado en El País en 2019, Luzón explicaba que debido a su enfermedad ya no podía mover ni un solo músculo de su cuerpo, estaba conectado a un respirador y dependía de una sonda gástrica para poder alimentarse. Además, se comunicaba con un dispositivo que, a través del movimiento del iris de sus ojos, transformaba su pensamiento en palabras, y tenía que ser trasladado del sofá a la cama y viceversa por una grúa, mientras dos personas coordinan sus movimientos para evitar que se lesione.

No obstante, aseguraba que mantenía su capacidad intelectual y sus emociones "intactas" y que su fuerza y energía interior, y la ilusión que mantiene por seguir al lado de su familia y por su proyecto, la Fundación Luzón, que creó hace tres años, le hacían "seguir adelante". En su artículo, señalaba que la "gran conmoción social" de las noticias de los últimos días, en referencia a la detención de un hombre por ayudar a suicidarse a su mujer, enferma terminal, hacñia necesario abordar este asunto.

"Soy muy consciente de que si yo no tuviera los recursos (humanos, materiales y económicos) para mantener cuidados profesionales 24 horas al día, 7 días por semana y 365 días al año, ya no estaría escribiendo este texto", manifestó el exbanquero. Tras advertir de que "la capacidad económica está vinculada a los cuidados" que dan una calidad de vida y garantizan "nuestra supervivencia", reivindicó del Estado servicios sociosanitarios para que seguir viviendo solo dependa "del ejercicio supremo de poder elegir libremente" . 

Su familia emigró a Bilbao en busca de trabajo cuando Luzón apenas tenía cuatro años, con lo que cursó el bachillerato en un colegio de la orden de los Padres Paulinos, trabajando durante cuatro horas diarias en la imprenta del colegio. Más tarde cursó PREU en el Instituto de Bilbao, y aunque su intención era estudiar Periodismo, se licenció en Ciencias Económicas en la Universidad de Sarriko en Bilbao. Su carrera profesional comenzó en 1973, cuando ingresó en el Banco de Vizcaya; en 1978 se trasladó a Madrid como director en la División Internacional del Banco de Vizcaya y en 1980 a Londres, donde pasó a dirigir la sucursal de esta entidad en la ciudad.

En 1983 volvió a España para hacerse cargo del Banco de Crédito Comercial, adquirido por el Vizcaya, y fue nombrado consejero director general del Banco Occidental, también con el objetivo de su saneamiento. Con 37 años fue nombrado director general del Banco de Vizcaya y posteriormente consejero de los bancos más importantes del grupo: Banca Catalana, Banco de Financiación Industrial y Banco Occidental. En 1988, Luzón fue nombrado consejero del Banco de Vizcaya e ingresó en el Comité de Integración del naciente Banco Bilbao Vizcaya, hasta que fue designado consejero director general del BBV y pasó a formar parte del comité de dirección de este banco.

En noviembre de 1988 el Gobierno de Felipe González le nombró presidente del Banco Exterior de España, en sustitución de Miguel Boyer, y desde ese puesto saneó la entidad y la rentabilidad superó incluso la media de los siete grandes bancos del momento. Ya en 1991 se convirtió en presidente de la Corporación Bancaria de España, que en diciembre de ese año pasó a denominarse Argentaria; bajo su mandato se organizó la banca pública en torno a Argentaria y se llevaron a cabo tres procesos de privatización. En 1996, tras la llegada al Gobierno de José María Aznar, Luzón presentó su dimisión como presidente de Argentaria y le sustituyó Francisco González, quien luego acabaría en la presidencia del BBVA.

A mediados de noviembre de 1996, Luzón comienza su carrera en el Banco Santander, donde fue nombrado director general adjunto de Emilio Botín, quien le propuso como consejero y en septiembre de 1998 le asignó más competencias, todas ellas ejecutivas. En 1999 se anunció la fusión que dio lugar al Banco Santander Central Hispano (BSCH), presidido por Botín y José María Amusátegui, hasta agosto de 2001, cuando Amusátegui renunció.

Francisco Luzón fue nombrado el responsable de la banca del BSCH en Latinoamérica, lanzó ese mismo año el mayor portal universitario en lengua hispana "Universia", entró en la Comisión Ejecutiva de la entidad e incluso se hizo cargo del grupo Patagón América. En enero de 2012 se acogió a una prejubilación y abandonó su puesto al frente de la división americana del Banco Santander.

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