Oposición da el primer paso para una investigación parlamentaria a Petrobras

Brasilia, 1 abr.- La oposición brasileña dio hoy un primer paso hacia la apertura de una investigación parlamentaria sobre operaciones de la petrolera estatal Petrobras en el exterior, que se sospecha que implicaron hechos de corrupción y unas millonarias pérdidas.

El paso inicial fue la lectura este martes en el Senado de un pedido oficial para que sea instalada una comisión especial en esa Cámara para investigar a la petrolera y, en particular, la adquisición de una refinería en Pasadena (Estados Unidos), formalizada en 2006.

El pedido fue planteado por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y hasta ahora cuenta con el respaldo de 29 de los 81 senadores, con lo que supera la tercera parte de los miembros de la Cámara alta que es necesaria para que sea aprobado.

Sin embargo, hasta la medianoche de este martes los senadores que ya han apoyado la apertura de la investigación tendrán tiempo para cambiar de opinión, por lo que la creación de la comisión aún no está firme.

La base oficialista, por su parte, al tiempo que trataba de convencer a algunos senadores a cambiar su voto, también estudiaba la posibilidad de pedir otra investigación parlamentaria, pero sobre supuestas irregularidades en licitaciones en el estado de Sao Paulo que implicarían a líderes del opositor PSDB.

La operación de Petrobras, mayor empresa del país, ya es investigada por la Policía Federal, el Tribunal de Cuentas de la Unión y el Ministerio Público (Fiscalía), y, según documentos filtrados a la prensa, incluyó cláusulas que causaron perjuicios millonarios a la estatal.

Según esos documentos, en 2006 Petrobras pagó 360 millones de dólares por la compra de la mitad del capital de la refinería, que un año antes había sido adquirida en su totalidad por 42,5 millones de dólares por la firma belga Astro Oil.

Esa empresa retuvo su participación del 50 %, pero posteriormente Petrobras fue forzada a desembolsar otros 820 millones de dólares para comprar la otra mitad a Astro Oil, debido a una cláusula en el contrato que le obligaba a ello.

La operación fue autorizada en 2006 por los miembros del Consejo de Administración de Petrobras, que dirigía entonces la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff, en su condición de ministra de la Presidencia durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

En un comunicado difundido hace diez días, Rousseff admitió que la compra de la refinería en Pasadena fue autorizada debido a que el Consejo de Administración de Petrobras recibió "informaciones incompletas" de un laudo "técnica y jurídicamente equivocado".

La intención de la oposición es que el Senado esclarezca las supuestas responsabilidades de los directivos de Petrobras en la época, así como las de los miembros del Consejo de Administración de la empresa y de la propia Rousseff en esa operación.