Camino al 28-M

El Pacto Nacional del agua en España: más de 20 años de sequía en acuerdos PP- PSOE

La falta de lluvias y las elecciones resucitan el agua como tema electoral, pero alejan más que nunca un pacto entre los grandes partidos, que es lo que reclaman regantes y expertos ante la creciente recurrencia de la sequía.

El Pacto Nacional del agua en España: 20 años de sequía de acuerdos PP- PSOE
El Pacto Nacional del agua en España: 20 años de sequía en acuerdos PP- PSOE
Europa Press

Y el problema del agua se coló en la campaña electoral del 28 de mayo... por la puerta de atrás de Doñana. El enfrentamiento del Gobierno con el ejecutivo andaluz, a propósito de una ley de regadíos, ha puesto la sequía en el centro del debate político. Lo que ha alejado todavía más a PSOE y PP. Todo ello en un contexto de persistente falta de lluvias e incertidumbre, con una reserva hídrica similar a la que se registraba el año pasado (28.074 hectómetros cúbicos frente a 27.843 hectómetros) que también fue muy seco. Aunque muy lejos de la media de la última década (38.145 hectómetros cúbicos), según el Ministerio de Transición Ecológica. A lo que cabe sumar un impacto económico 'in crescendo' cuyas cifras nadie se atreve a concretar. Desde la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) apuntaban esta semana a pérdidas de más de  3.000 millones de euros solo por las restricciones al riego e investigadores de la Universidad de Loyola calculan que de prolongarse la sequía un año más el impacto económico superaría al 7% del PIB andaluz. 

Un Pacto de Estado por el Agua: ¿misión imposible? 

Con estos mimbres, ¿es posible algún tipo de encuentro entre PSOE y PP a corto o medio plazo? Los precedentes históricos más recientes abonan el escepticismo generalizado. El ejemplo más emblemático, el 'Plan Hidrológico Nacional'(PHN)' impulsado por el expresidente del Gobierno José María Aznar en su segunda legislatura (2000-2004) y que logró el aval del Congreso de los Diputados en el que los populares tenían mayoría absoluta. Una hoja de ruta que tuvo en el trasvase del Ebro el origen de su fracaso por la fuerte oposición de una parte del arco parlamentario. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lo derogó en junio de 2004 y apostó por su propio plan de nombre 'AGUA', que tampoco logró concitar el respaldo del ahora opositor PP. Poco se ha movido en esta materia durante los mandatos del popular Mariano Rajoy, absorbido por la crisis económica, y hasta ahora tampoco por el actual inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez. Ambos prometieron en campaña electoral alguna suerte de Pacto de Estado por el Agua más o menos bienintencionado. 

En declaraciones para 'La Información', el secretario general de Fenacore Juan Valero De Palma, denuncia que "el mundo del agua y los debates del agua se usan políticamente" y añade que "la contaminación política es la peor que tiene el agua". Valero De Palma apunta que hay "demasiada polarización y enfrentamiento en los planteamientos". A su juicio, apunta que el agua sirve como un medio de 'animar'  en a sus electorados. "Los temas del agua tienen que verse sin sentimientos, con serenidad, información, datos... Los políticas, en general, ven que es una manera de movilizar votos", apunta el número dos de la principal organización de regantes de España. 

"Los temas del agua tienen que verse sin sentimientos, con serenidad, datos... Los políticos, en general, ven que es una manera de movilizar votos", Juan Valero De Palma (Fenacore) 

Por todo lo anterior, el secretario general de Fenacore apuesta por "sacar de los debates de las elecciones los temas del agua" y, especialmente, todo lo referente a Doñana. "Es una cuestión de Estado e interés general conseguir garantizar el aprovisionamiento de agua, atender las necesidades de riego, la protección de la biodiversidad...", resume De Palma quien pone como ejemplo lo sucedido con Doñana donde no ve "ningún sentido" al enfrentamiento entre administraciones. Sobre el fallido Plan Hidrológico Nacional de Aznar, el dirigente de Fenacore recuerda que se apoyó por "unanimidad" entre los regantes y se muestra abierto a pactar una futura hoja de ruta. "Habrá mayor consenso si quitamos la política y los sentimientos, con información y datos objetivos habrá acuerdo", insiste.   

Para el coordinador del Grado en Recursos Hídricos y codirector del Master en Hidrología y Gestión de los Recursos Hídricos de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Francisco Carreño, estamos ante "un problema heredado" que se está agravando por la "recurrencia de las sequías" y que relaciona con fenómenos como el de la Niña. "El problema vuelve a primer plano solo cuando estamos en pleno evento de sequía", critica este experto quien reconoce "no tener esperanza en que la política solucione el problema". En este sentido, reivindica que "en España la gestión hídrica es un referente a nivel mundial especialmente en calidad técnica" y apuesta por "una buena planificación que estudie la demanda y las alternativas". Entre las medidas que propone la inversión en infraestructuras hídricas, las recargas artificiales de los acuíferos" en épocas húmedas para convertirlos en "almacenes".  

"En España la gestión hídrica es un referente a nivel mundial, especialmente en calidad técnica", Francisco Carreño (URJC)

Del cambio climático al 'Pacto Nacional del Agua'

Tanto socialistas como populares dedican un importante hueco en sus programas marco para el 28-M a las políticas hídricas. Los primeros lo incluyen dentro de 'La acción de las comunidades autónomas en la lucha contra el cambio climático', ya que gran parte de las competencias están transferidas a las autonomías y lanzan propuestas como la aprobación  de leyes integrales del Ciclo Urbano del Agua, la elaboración de planes de adaptación del agua ante el cambio climático, el fomento de la participación ciudadana en la gestión hídrica, la regulación de la aplicación de cánones y tasas; así como el desarrollo del Perte de Digitalización del ciclo del agua y la puesta en marcha de "consejos asesores del agua a nivel autonómico".

Muy relevante es la referencia del PSOE a los actuales planes de sequía, que se encuentran en periodo de consulta pública desde el pasado 30 de marzo y durante un periodo de tres meses: "Promoveremos, en el marco de los actuales planes de sequía que las empresas gestoras del agua definan sus propios planes de emergencia climática  en los que se priorice su papel catalizador de comunidades energéticas de fuentes renovables ", apunta el programa socialista. 

Los socialistas apuestan por la adaptación de la gestión del agua al cambio climático e impulsar el Perte del Digitalización del Agua

Por su parte, los populares agrupan sus propuestas bajo el rótulo 'Agua de todos y para todos' y apuestan por un 'Pacto Nacional del Agua'. Un documento que sería  fruto de la participación de las comunidades autónomas y todos los actores implicados (regantes, ecologistas, ...) "con la vocación de aportar soluciones en todo el territorio nacional". Una hoja de ruta que tendría que tener en cuenta "las inversiones que se consideren prioritarias" para cuestiones como el saneamiento, la regulación del abastecimiento y el control de las inundaciones. 

La semana pasada el presidente del PP Alberto Núñez Feijoo, propuso también poner en marcha una Autoridad Nacional en esta materia. Al respecto, la portavoz popular de Agricultura en el Congreso de los Diputados Milagros Marcos se encargaría "de coordinar todo el trabajo de la Red Nacional Estratégica del Agua" (las conferencias hidrográficas, entre otras) y recuerda que la sequía "no es un problema excepcional en España". 

Los populares proponen un 'Pacto del Agua', fruto del consenso de todos los actores implicados, y crear una 'Autoridad Nacional del Agua'

Otras propuestas populares pasan por la elaboración de planes de gestión de riesgos (inundaciones) a nivel autonómico y municipal; así como seguir con la modernización de regadíos, el impulso definitivo a la Directiva Europea 91/271 sobre tratamiento de las aguas residuales urbanas, la transformación de las grandes depuradoras de aguas residuales en biofactorías industriales para regenerar agua, el impulso al I+D+ i en materia hídrica y la "adaptación" de la Ley de Costas al cambio climático.

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