La XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP25) supuso una factura superior a los 50 millones de euros al Gobierno español, de los que apenas el 20% fueron cubiertos por patrocinadores pese a los incentivos fiscales con los que contaban. De esta manera y al menos desde el punto de vista de la inversión, la Cumbre del Clima parece no haber cubierto las expectativas, al margen de los retornos que allá podido derivar en términos turísticos o de visitantes.
El evento reunió en Madrid a miles de personas, entre políticos, empresarios o líderes de opinión, con el objetivo de sentar las bases para combatir la emergencia climática. Tras la renuncia de Santiago de Chile, ante el turbulento clima social que vivía la ciudad, el Gobierno de España decidió postular la capital española como nueva sede por el impacto económico que podría tener en el país. Sin embargo, la inversión en patrocinios para reducir la factura del Gobierno no ha sido la esperada.
El Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) estima en 50 millones el monto de los contratos para este evento, a los que habría que añadir los costes derivados del acuerdo de sede con la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que suman 3,1 millones de euros. La factura apenas se habría reducido en 12 millones de euros gracias a las entidades patrocinadoras.
La escasa participación del sector privado llama más la atención teniendo en cuenta el 'oasis fiscal' que aprobó el Gobierno de Pedro Sánchez y que permitía a los patrocinadores desgravarse hasta el 90% de sus aportaciones. El objetivo del Ejecutivo era abaratar la factura incentivando la participación de las empresas, organismos e instituciones que realizasen actuaciones de mecenazgo. Para permitir estas ayudas fiscales, se declaró la Cumbre del Clima como 'acontecimiento de excepcional interés público'.
Pero esta solo era una de las medidas que impulsó Moncloa, a través de un Real Decreto, para poner todas las facilidades posibles ante la escasa antelación del evento. Precisamente la falta de tiempo era uno de los principales inconvenientes de las empresas, ya que muchas apenas contaban con presupuesto a final de año para patrocinios. Para revertir la situación, aunque la Cumbre del Clima tuvo lugar entre los días 2 y 13 de diciembre, la norma ampliaba la duración de este programa de apoyo desde el 1 de noviembre de 2019 -día en que se hizo pública la designación de Madrid como sede de la cumbre- hasta el próximo 31 de marzo de 2020, lo que garantizaba que ninguna empresa dejara de patrocinar el evento sólo porque ya no dispusiera de fondos en la partida presupuestaria.
Los grandes patrocinadores del evento
Los cerca de 12 millones recaudados de patrocinadores provienen en gran parte de Endesa, Acciona, Iberdrola y Suez, todas ellas patrocinadores 'diamante'. Las entidades que participaron en la Cumbre se clasificaron en tres categorías según la aportación realizada. Así, las empresas 'diamante' realizaron una aportación mínima de dos millones de euros. Por debajo se encuentra la categoría de Patrocinador Oro, donde se ubicaron Mapfre y Santander.
Fundación Abertis, Gestamp, BBVA, Iberia, Iberostar Group, Indra, Siemens Gamesa, Banco Sabadell y Talgo también patrocinaron el evento, aunque todos ellos en la categoría 'Patrocinador Plata'. Telefónica, por su parte, apoyó el evento como socio tecnológico.
El 95% del presupuesto destinado a IFEMA
Por otra parte, al desglosar el presupuesto de los contratos en la Cumbre del Clima, el contrato entre el MITECO y la Institución Ferial de Madrid (IFEMA) 'se lleva la palma' y representa el 95% del total. En concreto, el importe estimado es de 48.078.258 euros e incluye la cesión temporal de espacios, la adecuación de las infraestructuras y la prestación del conjunto de servicios necesarios para la organización y la celebración de la cumbre.
RTVE, aunque con un valor muy por debajo, representa el segundo contrato más elevado. La Corporación RTVE fue la responsable de la cobertura y retransmisión internacional en régimen de 'pool' de los actos de la cumbre, así como la adecuación del espacio de trabajo para la prensa internacional, para lo que precisó una inversión de poco más de 850.000 euros.
El acceso gratuito de los participantes en la COP25 al transporte público madrileño superó los 160.000 euros y la atención protocolaria para jefes de Estado y representantes de las delegaciones de los países miembros de la ONU no llegó a los 38.000, según la referencia. Además, la programación de actividades y acciones de divulgación vinculadas a la cumbre costó casi 27.000 euros, mientras que la contratación de servicios de asesoría y traducción requirió poco más de 21.000 y los contratos para definir, implantar y evaluar los sistemas de gestión, sostenibilidad ambiental y certificación, algo menos de 17.000 euros.
Las cifras sitúan a la COP25 como la segunda cumbre con menor coste de los últimos 9 años, tras la COP19 celebrada en Varsovia (Polonia) en 2013, cuya organización supuso 35 millones de euros. Pese a ello, el Gobierno buscaba abaratar la factura con la participación del sector privado. Además, está en curso una iniciativa para conseguir más apoyo financiero a través de los Fondos Europeos. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, ha señalado que las principales beneficiarias del retorno económico de la COP serán la Comunidad de Madrid y la ciudad de Madrid.
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