La patronal catalana, Foment de Treball, exige una inyección de 10.000 millones de euros hasta 2023 en infraestructuras estratégicas en Cataluña. Además, la institución ha pedido una inversión de 5.000 millones anuales de todas las administraciones públicas con el mismo destino, para compensar el déficit generado por el balance de los últimos año, al que consideran "decepcionante y negativo".
Así lo han explicado este lunes en rueda de prensa el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, que ha presentado la actualización del 'Catálogo de las 100 infraestructuras básicas para Cataluña', iniciado en 2015. El documento incluye proyectos como el Corredor Mediterráneo, el transporte público de la Región Metropolitana de Barcelona, la carretera de circunvalación B-40 y el desdoblamiento de la N-II y la N-340.
Desde Foment han señalado que la mayoría de estos proyectos siguen igual que en el momento en que se publicó el informe: "Quedan 96 obras que están en las mismas que en 2015. De estas, a día de hoy hemos añadido 11. El catálogo que presentamos hoy tiene 107". Situación que han achacado a que el balance de las inversiones realizadas en los últimos años ha sido "decepcionante y negativo", y han alertado del riesgo que esto supone para la competitividad de la economía catalana.
El presidente de la Cámara Oficial de Contratistas de Obras en Cataluña (CCOC), Joaquim Llansó Nores, ha explicado que la falta de inversión ha alcanzado un nivel de cronificación que ha conllevado la paralización de varias obras, algo que asegura que se acaba traduciendo en menos actividad económica en la actualidad y en el futuro, y por consiguiente menos bienestar social: "Está provocando la quiebra de empresas".
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