Pekín defiende sus inversiones agrícolas en Latinoamérica y África

  • China defendió hoy sus inversiones agrícolas en América Latina y en África y aseguró que no tiene planes de comprar terrenos en ninguno de los dos continentes, en respuesta a informes que indican que estas compras pueden aumentar la pobreza o desatar un problema de soberanía.

Pekín, 22 sep.- China defendió hoy sus inversiones agrícolas en América Latina y en África y aseguró que no tiene planes de comprar terrenos en ninguno de los dos continentes, en respuesta a informes que indican que estas compras pueden aumentar la pobreza o desatar un problema de soberanía.

"En cuanto a la compra de China de tierras en África o América Latina, creo que esas acusaciones no tienen fundamento. China mantiene el principio de autosuficiencia en su alimentación y no tiene planes de comprar terrenos en África o América Latina", aseguró hoy Hong Lei, portavoz de la cancillería china.

La organización internacional dedicada a la erradicación de la pobreza Oxfam, con sede en Londres, publicó hoy el informe "Tierra y Poder", en el que alerta de que la compra masiva de tierras por parte de empresas internacionales está sumiendo en la pobreza a miles de personas vulnerables que son desalojadas en países pobres.

China es uno de los países que más tierras arrienda en continentes como Latinoamérica y África, y aunque el informe de Oxfam no menciona al gigante asiático directamente, en los últimos meses economistas y académicos alertan sobre el peligro de riesgo soberano por la compra china de tierras.

Según la consultoría Deloitte, la inversión China en América Latina alcanzó los 15.600 millones de dólares entre mayo de 2010 y mayo de 2011, tres veces más que el año anterior debido al arriendo de terrenos agrícolas, de los que un 60 por ciento fueron destinados a Brasil y un 40 por ciento a Argentina.

En agosto, la empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Bussines Trade Group anunció una inversión de 1.500 millones de dólares para cultivar 330.000 hectáreas de tierra en la Patagonia argentina para cultivar maíz, trigo, cebada, soja, cebolla, papa, frutas secas y vides.

El presidente de la Cámara Internacional de Comercio de China, Yue Gang Weng, afirmó entonces que el proyecto forma parte de "un plan estratégico que busca erradicar el hambre, producir más alimentos y de mayor calidad", para lo cual también realizan negociaciones "con Brasil y África", entre otros países y regiones.

No obstante, el portavoz de la Cancillería china negó hoy que su país tenga previsto adquirir tierras y destacó que las inversiones de Pekín en África y América Latina han servido para desarrollar la agricultura, a través del envío de mil expertos y técnicos para "ayudarles a afrontar la seguridad alimentaria".

"La iniciativa de China es bien recibida en los países africanos", aseguró el funcionario.

La inversión china en la Patagonia ha desatado ya las protestas de militantes ecologistas del Grupo de Reflexión Rural (GRR).

Según Oxfam, los gobiernos e inversores negocian acuerdos de renta o adquisición de tierras con ausencia de transparencia y sin tener en cuenta a los ocupantes, con el objetivo de producir alimentos suficientes y biocombustible para importar a sus países.

Menos de un 13 por ciento del territorio chino es cultivable, y el porcentaje decrece cada año debido a la industrialización y a la desertización, por lo que el suministro de cereales y otros cultivos agrícolas es prioritario en la segunda potencia económica.

Según la organización GRAIN, destinada a la defensa de los campesinos en todo el mundo, el Fondo de Desarrollo China África invirtió en 2008 unos 5.000 millones de dólares en el sector agrícola chino, mientras que el gigante estatal COFCO (China National Cereals, Oils and Foodstuffs Import and Export Company) se ocupa también de invertir en el sector en el extranjero.

Un informe reciente de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) indica que la percepción general es que "China apoya a sus empresas para adquirir tierra en el extranjero como estrategia de seguridad alimentaria".

La ONG GRAIN indica que países como China, Corea del Sur, Japón, Arabia Saudí o Kuwait están rastreando por todo el planeta para invertir en alimentación y biocombustibles, lo que supone transacciones de millones de hectáreas de tierras.

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