Pierde 123 millones en el Euromillones después de acertar todos los números

Los sorteos de lotería y Euromillones son prácticamente imposibles de predecir. Averiguar el número correcto implica, en muchos casos, millones de posibilidades, pero hay quienes han conseguido crear sus propios métodos para aumentar las probabilidades. El matemático rumano Stefan Mandel consiguió ser el ganador en hasta 14 ocasiones gracias a una metodología infalible. El afortunado desveló al público que su sistema se basaba en comprar multitud de tickets una vez había calculado el número total de combinaciones posibles. 

Aunque no era seguro ganar, el porcentaje de acierto aumentaba considerablemente. Finalmente, algunos países se vieron obligados a cambiar las reglas del juego para evitar estas predicciones matemáticas. Sin recurrir a estas estrategias, lo más difícil al participar en un sorteo de estas características es elegir los números correctos, por lo que equivocarse de día del concurso puede sentar aún peor. Esto es precisamente lo que le ocurrió a un usuario de Reddit, que contó a través del foro online su peripecia al comprar un boleto en la administración de su país.

Quería casarse, comprar una casa y un Tesla

Esta ciudadana británica explicaba en su publicación que como cada semana compró el boleto a través de la aplicación de la lotería. "Compré cinco líneas más temprano que de costumbre, de las cuales tres eran números elegidos por mí", destacaba. Siguiendo con su ritual habitual, revisó los números ganadores a través de Internet en cuanto se actualizaron y descubrió que eran los suyos.

Con la emoción en el cuerpo trató de no despertar a sus familiares y empezó a imaginar todo lo que podía comprarse con ese dinero. El bote total era de 123 millones de euros y su mayor pasión era casarse finalmente con pareja, con quien llevaba 11 años, comprarse una casa nueva y adquirir un Tesla. Sin embargo, entre tantas ensoñaciones, se dio cuenta de que el boleto no era para el sorteo de ese martes sino del viernes siguiente, por lo que aunque los números eran los correctos, se había equivocado de día.