Servimedia
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, mandará en los próximos días una carta de advertencia a Artur Mas, una vez que sea investido como presidente de la Generalitat de Cataluña, por incumplir el plan de ajuste consensuado con el Gobierno.
Montoro tiene tomada la decisión y prácticamente preparada la misiva, pero está esperando a que se celebre el debate de investidura en Cataluña y Artur Mas sea reelegido como presidente para enviarla a la Generalitat, según explicaron fuentes gubernamentales.
El Ejecutivo español lamenta que Cataluña "ha tirado la toalla" en el objetivo de déficit público, dado que ya ha anunciado que el 31 de diciembre no alcanzará la meta del 1,5% que tienen las comunidades autónomas, sino que probablementre rondará el 2%.
La carta de Montoro recordará a Artur Mas que tiene una serie de compromisos adquiridos con las cuentas públicas y, sobre todo, que está acogido al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para poder pagar sus deudas.
Ese mecanismo está condicionado al objetivo de déficit, por lo que Montoro avisará a la Generalitat de Cataluña de que si sobrepasa el objetivo del 1,5% podría quedarse sin el dinero del FLA.
Fuentes de La Moncloa confirmaron a Servimedia que el Gobierno central aplicará a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria si alguna de las comunidades autónomas, incluida Cataluña, no hace todo lo necesario para cumplirla.
Montoro será el encargado de dar los pasos pertinentes como vigilante de las administraciones públicas y, tras la carta a Artur Mas, el siguiente paso será poner "deberes" expresos a la Generalitat.
El ministro pedirá a Cataluña nuevos ajustes para reducir el gasto público y adaptarlo al objetivo de déficit, que en 2013 será aún más exigente para las comunidades autónomas (0,7%).
También exigirá a la Generalitat que dé marcha atrás en algunas de las medidas fiscales adoptadas, como el nuevo impuesto para los bancos que ha anunciado mediante decreto ley y que el Gobierno de España considera a todas luces inconstitucional, especialmente por su pretensión retroactiva.
A principios de 2013, se producirá una amonestación formal a la Generalitat en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que Montoro pretende convocar en enero.
Cataluña y el resto de las comunidades que incumplan el déficit recibirán una reprimenda verbal en la reunión y tendrán que someterse a más encuentros bilaterales en mesas de conciliación con el Estado.
El Gobierno pretende recorrer así todos y cada uno de los pasos establecidos en la Ley de Estabilidad Presupuestaria que Mariano Rajoy aprobó nada más llegar a La Moncloa para obligar a todas las administraciones a equilibrar las cuentas. Si no cumplen, en última instancia cabe la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda intervenga una comunidad autónoma y tome las riendas de sus finanzas.
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