Con presupuestos muy igualados

El PSG juega la final tras fichar por 1.250 millones... frente a los 650 del Bayern

Desde que Al-Khelaifi compró el club parisino en el año 2011, el equipo francés arroja un saldo negativo entre compras y ventas de más de 800 millones de euros. Los alemanes solo se dejaron 300 millones.

El jugador del PSG, Neymar, celebra el pase a la final de la Champions de su equipo.
El jugador del PSG, Neymar, celebra el pase a la final de la Champions de su equipo.
EFE

Cuando el árbitro italiano Daniele Orsato pite esta noche el final del partido que dirimirá al campeón de Europa en la temporada más extraña de su historia no solo se sabrá si el Bayern de Múnich logra su sexto título (y con ello desempate en entorchados con el Barcelona y alcance al Liverpool) o el París Saint Germain su primero. También cambiará, casi con toda seguridad, el orden de los equipos más ricos del continente

Porque alemanes y franceses ocupan ahora mismo la cuarta y la quinta plaza, respectivamente, como conjuntos con mayor volumen de ingresos. Pero una victoria de los galos les auparía por encima de sus rivales de este domingo. Trabajo les ha costado, después de haberse dejado cientos de millones de euros en fichajes de relumbrón durante las ocho temporadas transcurridas desde el desembarco de Nasser Al-Khelaifi. Hasta 1,254 millones de euros ha desembolsado el club de la capital francesa a lo largo de estos años frente a los 657 de los bávaros, según las cifras aportadas por TransferMarkt.

En paralelo, y a partir de la información recabada por KPMG, el Bayern de Múnich presentaba, en el verano de 2019, unos ingresos de 660 millones de euros y defendía holgadamente su cuarta posición como más poderoso (en cuanto a dinero se trata) de Europa. Por delante, como viene siendo habitual desde hace lustros, Real Madrid, Manchester United y FC Barcelona, que suelen intercambiarse las posiciones del podio de manera intermitente y todos ellos el año pasado con cajas por encima de los 700 euros. Tras los alemanes, el PSG había logrado colarse con 638 millones, después de haber escalado desde la novena posición que ostentaba cuatro años antes. Del quinto al décimo puesto son todos equipos británicos: Manchester City, Liverpool, Tottenham, Chelsea y Arsenal

No por casualidad, la evolución de cada escuadra desde 2015 viene claramente marcada por su desempeño en la mayor competición de clubes mundial. Así se explica el acelerón del 55% en cuanto a ingresos del Liverpool (vencedor la edición pasada) o del 103% del Tottenham (un habitual de las últimas eliminatorias de un tiempo a esta parte, si bien su mayor fuente de ingresos es su histórica habilidad de vender jugadores a muy alto precio). Ni el PSG ni el Bayern lo han hecho mal: ambos estuvieron por encima del 30% de mejora.

Pero esa es la foto final de dos equipos que parten casi en igualdad de condiciones en cuanto a presupuestos actuales. No siempre ha sido así y si por algo es conocido el PSG es por su capacidad de ejecutar fichajes estratosféricos. Tanto, que los dos más caros de la historia del balompié vinieron de su tesorería: el de Neymar al Barcelona por 222 millones de euros en 2017 y el de Mbappé al Mónaco por 2018 145. El siguiente ya es Joao Félix, del Benfica al Atlético de Madrid, por 126 millones, la temporada pasada. 

Pero la historia del PSG ha sido la de la obsesión del catarí Nasser Al-Khelaifi, que se unió a la larga (y a menudo irregular) lista de magnates de países lejanos que venían a salvar de las deudas y de las sombras a equipos del Viejo Continente con mucha base social pero no demasiado nombre en cuanto a títulos se refiere. Al menos, él ya puede presumir de llegar donde otros como el Manchester City no han podido. Los de Pep Guardiola cayeron en cuartos de final y siguen sin acercarse al título pese a haberse dejado en pagos de cláusulas casi 1.900 millones de euros

También será motivo de satisfacción para el dueño del PSG que sus dos máximas estrellas hayan rendido en este formato de fase final de Champions jugado en pocos días. Neymar y Mbappé han sido lo decisivos que el coste de sus fichajes hacía presuponer. Aunque el PSG no solo ha destinado decenas y decenas de millones en ellos dos. Ahí están los 42 millones de Pastore (el primer gran desembolso en 2011 del magnate). Y los más de 64,5 que se abonaron por Cavani en 2013 o los 63 por Di María. También hubo dispendios en jugadores no tan decisivos: David Luiz supuso casi 50 millones y Lucas Moura o Paredes, 40 cada uno.

Por otra parte, el saldo de fichajes del PSG no es exactamente esos 1.250 millones, dado que habría que restarlo que ha ingresado en ventas a otros clubes. En concreto, y en los mismos años de presencia del catarí, el equipo ha vendido por 442 millones de euros y sus mejores negocios han sido, casi en su totalidad, malos negocios. Se deshizo de David Luiz por 15 millones menos de lo que costó y de Lucas Moura, por 12 menos. Aun así, logró recaudar 40 millones por Guedes (que recaló en Valencia), su venta más cara en estos ocho años. 

Al otro lado del campo, el Bayern presenta unas cifras más modestas en comparación... si bien son de las más elevadas de todo el continente. Sus 657 millones en compra de jugadores desde la temporada 2011/2012 tienen al menos una contrapartida de más de la mitad en ventas: 348. Sin embargo, la final de la competición continental también se ha producido gracias a que, justo en esta temporada, el Bayern rompió su récord de esfuerzo económico en fichajes: hasta 144 millones de euros. Lo curioso es que 80 millones fueron a parar al Atlético por Luchas Hernández y otros 35 por Pavard al Stuttgart. 

Exceptuando el año pasado, cuando solo se gastó 10 millones en todo el mercado de verano... y sirvieron para traerse desde Canadá a Davies, la gran revelación de esta fase final, el Bayern suele gastarse entre 50 y 100 millones de euros por temporada en fichar a jugadores. Sus mayores ventas fueron los 40 millones que la Juventus abobó por Douglas Costa en 2018 o los 30,5 por Hummels el año pasado (tras haberlo comprado tres años antes por 35). El tercero más caro quizá no lo sea por el rendimiento dado en su equipo de destino: Toni Kroos se fue por 25 millones en 2014. 

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