Ekaterimburgo es la cuarta ciudad más grande de Rusia. A los pies de los Montes Urales, cuenta con 1,4 millones de habitantes y, al igual que otras sedes, el estadio Ekaterimburgo Arena ha sido reconstruido para acoger cuatro partidos de la fase de grupos del Mundia de Rusia.
Pero, al margen del espectáculo del fútbol, uno de los motivos por los que debes visitar Ekaterimburgo es por el amplio interés que despiertan sus numerosos monumentos arquitectónicos, propios del clasicismo ruso de los siglos 18 y 19: por ejemplo, el Consejo de Minería, la Iglesia de Alexander Nevski o la Iglesia de la Ascensión, entre otras.
Otro de los lugares que mayor interés despierta es la Catedral de la Sangre Derramada, que fue levantada en el sitio exacto donde fue asesinado el último zar de Rusia y su familia. Se terminó de construir en 2003 y es una de las paradas obligatorias para todo aquel que quiera conocer la historia que puso fin a la dinastía de los Romanov.
Además, la plaza de 1905 es uno de los puntos más céntricos y con más ambiente de la ciudad. Del mismo modo que sucede, por ejemplo, en Venecia, Ekaterimburgo cuenta también con su particular Puente de los candados. Una estructura en la que, sobre un río helado la mayor parte del año, cientos de parejas sellan su amor eterno.
Por último, uno de los edificios más llamativos y solemnes que podrás encontrar en esta ciudad de Rusia es el Ayuntamiento. Además de por sus majestuosas dimensiones, el edificio destaca por los símbolos soviéticos y comunistas que todavía permanecen en la cúspide del edificio.
¿Dónde comer en Ekaterimburgo?
-Vremya-CH: las protagonistas de la carta son las empanadillas rellenas o ‘cheburek’, el plato rápido por excelencia que en este establecimiento se venden de gran tamaño por un precio muy económico.
-Kosmos: una opción para presupuestos ajustados que permite probar platos de cocina local. Se encuentra junto a un ensanchamiento del río Iset.
-Vilka-Lozhka: en la ciudad pueden encontrarse varios establecimientos de esta cadena de autoservicio decorados de forma distinta. La comida es rápida y económica.
-Khachapuri dlya Pushkina: perfecto para los amantes del queso. El precio de la carta no es alto y permite encontrar un lugar tranquilo en el corazón de la ciudad.
-Podkova: este peculiar local rodeado de un jardín decorado de forma hogareña ofrece en su menú especialidades de cocina eslava. En su interior tiene una mesa de billar y un espacio dedicado a niños con cuentos y juguetes.
-Pelmeni Club: el plato estrella del establecimiento son los pelmenis, una pasta rellena habitualmente de carne picada que se sirve con diversas salsas y condimentos.
-Pashtet: además de comida rusa también el menú también cuenta con especialidades centroeuropeas y orientales. La carta apuesta por la gastronomía gourmet, con especial atención en el diseño.
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