Si hay un elemento que genere dudas y errores en la declaración de la Renta 2023, es el coche, tanto el propio cuando eres autónomo como el de empresa. Saber cuándo se puede desgravar por el vehículo en esta Campaña de la Renta 2024 y cuáles son los límites te puede ahorrar más de un disgusto con Hacienda. A la hora de tramitar el borrador en la Agencia Tributaria, que se puede hacer desde el pasado 3 de abril hasta el 1 de julio, debes tener en cuenta estos datos.
¿Quiénes pueden deducir los gastos del coche en la Renta?
Tanto autónomos como empleados pueden hacerlo, solo que por conceptos diferentes y con cantidades distintas.
Los trabajadores por cuenta propia tienen más opciones para desgravar el vehículo si está vinculado a su actividad, mientras que los empleados por cuenta ajena están más limitados a ciertas deducciones que aparecen y desaparecen. Por fortuna, en la renta 2023 sí que existen deducciones específicas para la compra de cierto tipo de vehículos.
¿Cuándo pueden un autónomo desgravar el coche en el IRPF?
Recientemente Hacienda ha recordado los requisitos que exige a los autónomos para deducir sus facturas en el IRPF, incluidas las relacionadas con el coche.
Estos requisitos para que un gasto sea deducible en la renta e IRPF son:
- Que el gasto esté afecto a la actividad, es decir, que sea necesario para el trabajo.
- Que esté justificado, lo que implica que exista una factura (mejor que una ticket).
- Que esté registrado en la contabilidad del autónomo.
Estos son los requisitos generales y también afectan a los gastos deducibles del vehículo. Sin embargo, con el coche el criterio de Hacienda es más estricto que con otros gastos como el móvil, por ejemplo.
Para poder desgravar por el coche en el IRPF, el vehículo debe de estar 100% afecto a la actividad. En otras palabras, que su uso debe ser exclusivamente profesional.
Existe la creencia de que se puede deducir un 50% de los gastos cuando hay un uso mixto (profesional y personal). Ese criterio aplica en el IVA del vehículo, pero no en el IRPF. En el IVA sí que se puede deducir un 50% o un porcentaje menor según el uso del vehículo.
En el IRPF la deducción es un todo o nada. O el vehículo del autónomo se usa solo para trabajar o no se podrá desgravar en la renta. A efectos prácticos, esto hace que la deducción de cualquier vehículo que no sea comercial pueda ser susceptible de investigación por parte de Hacienda.
Esta misma regla se aplica a los vehículos de renting y leasing.
¿Qué gastos puede deducir en la renta un autónomo por su vehículo?
Los autónomos que puedan deducir por su vehículo podrán desgravar la mayoría de gastos aparejados. Esto incluye la compra del vehículo, la gasolina, reparaciones, mantenimiento o el seguro de coche, que se convertiría en uno de los seguros que puedes desgravar en la renta.
Eso sí, existen ciertos límites en estos gastos. El principal tiene que ver con la compra del coche, que no se puede imputar por el total en el ejercicio de compra. En su defecto, habrá que amortizarlo a lo largo de varios años según las tablas de Hacienda.
Y si el coche está en renting o leasing, se podrá imputar esa factura como un gasto a efectos de IRPF.
¿Qué gastos puedes deducir del coche como trabajador asalariado?
Los trabajadores no pueden desgravar por su coche ni los gastos asociados al mismo. Si se te estropea el vehículo, no podrás desgravar la reparación.
Sin embargo, en la renta 2023 sí que hay una deducción por la compra de vehículos eléctricos enchufables que es de un 15% del valor de adquisición sobre una base máxima de 20.000 euros. Esto sitúa la deducción máxima en 3.000 euros.
Además, existe un precio máximo a pagar según el tipo de vehículo.
Para poder disfrutar de esta deducción no es posible afectar el vehículo a la actividad económica ni antes de comprarlo ni durante su vida útil.
A esta deducción por compra de coches eléctricos se suma la deducción por instalación de puntos de recarga que es también de un 15% sobre una base máxima de 4.000 euros. En total, 600 euros de deducción.
¿Puedo desgravar el coche de empresa?
Otra duda muy habitual de los empleados es si se puede deducir el coche de empresa por ser una retribución salarial en especie.
La realidad es que solo en ciertos casos. Si se hace un uso exclusivamente profesional, no habrá nada que imputar en la renta.
Sin embargo, si también hay un uso privado, la cosa cambia. El coche de empresa no se considera parte del salario en especie que está exento de tributar, como sí ocurre con el seguro de salud o los ticket restaurante.
Esto quiere decir que los trabajadores deben incluir el coche de empresa en la renta como parte de su salario si, además, hacen un uso privado del vehículo (como suele ocurrir). La propia nómina debería sumar un 20% del valor del vehículo en cada momento como rendimiento íntegro del trabajo.
Esta misma lógica se aplica con los coches de renting de empresa, siempre que el trabajador también haga un uso privado del vehículo.
