Las deducciones son la principal forma de pagar menos impuestos en el IRPF y los seguros pueden llegar a desgravar en la declaración de la renta.
Con carácter general, las pólizas de seguro no son deducibles en el IRPF. Da igual que se trate del seguro de salud, seguro de vida, seguro de coche o de hogar. Estas pólizas solo se pueden desgravar en determinadas circunstancias. Así funciona cada una de ellas.
Seguro de salud, ¿se puede desgravar en la Renta?
El seguro de salud se puede desgravar como trabajador autónomo hasta un máximo de 500 euros.
Los trabajadores por cuenta propia pueden desgravar su propio seguro médico y el de su cónyuge e hijos menores de 25 años que convivan con él y no tengan rentas. Para estos casos el límite también es de 500 euros por persona.
A modo de ejemplo, un autónomo casado con un hijo podrá desgravar hasta 1.500 euros en el IRPF por el seguro de salud (500 euros por cada miembro de la familia).
Por su parte, los trabajadores asalariados no pueden desgravar el seguro de salud, aunque sí obtener beneficios fiscales gracias a él. Y es que, los seguros médicos se consideran un rendimiento en especie que está exento de tributar en la renta hasta un máximo de 500 euros siempre que la empresa sea quien lo contrate (haga de tomador).
En ese caso, el dinero del seguro no se sumará a los rendimientos del trabajo.
¿Qué trabajadores pueden desgravarse el seguro de vida?
Los seguros de vida también son deducibles para los autónomos hasta un máximo de 500 euros.
¿Pueden desgravar el seguro de vida el resto de contribuyentes? La población general puede deducir la póliza de vida siempre que esté ligada a la hipoteca esté ligada a la hipoteca y tengan derecho a desgravar por la adquisición de vivienda habitual.
Esta deducción solo se aplica a las viviendas compradas antes del 1 de enero de 2013. Solo en ese caso, se podrá sumar el seguro de vida si está ligado a la hipoteca. El importe de la póliza se añadirá a las cantidades que dan derecho a deducción por la compra de vivienda, que permite desgravar un 15% de ese capital sobre una base máxima de 9.040 euros.
Seguro de hogar
El seguro de hogar sigue los mismos principios que el seguro de vida para el contribuyente en general. Es decir, solo se puede deducir si está ligado a la hipoteca.
Por su parte, los autónomos podrán desgravar la parte proporcional del seguro correspondiente al porcentaje de la vivienda que está afecta a la actividad. A modo de ejemplo, para una vivienda de 100 metros cuadrados donde el despacho ocupa 10 metros, se podrá deducir el 10% del coste del seguro.
Seguro de coche
El seguro de coche no es deducible en términos generales. Los autónomos podrán desgravar el seguro de coche siempre que el vehículo esté afecto a la actividad económica. En otras palabras, solo se puede deducir la póliza de auto, moto o cualquier otro vehículo si este se usa de forma prácticamente exclusiva para el trabajo.
A diferencia de lo que ocurre con el seguro de salud, el coche de empresa no es un pago en especie exento de tributar en la renta. Así, en caso de que el trabajador no adquiera el vehículo, se considera una retribución en especie por el 20% anual del coste de adquisición del vehículo o del valor de mercado en un renting.
Si se entrega el coche en propiedad, se considera como retribución en especie el coste total del vehículo más los impuestos y si la entrega se hace tras un periodo de uso, del 20% del valor de mercado como si fuera nuevo.
Seguros de vida-ahorro
Los seguros de vida-ahorro o seguros de ahorro no permiten desgravar con carácter general, aunque sí cuentan con ciertas ventaja fiscales.
El único seguro de vida-ahorro con el que podrás deducir y pagar menos impuestos es el Plan de Previsión Asegurado o PPA, que funciona de forma similar a un plan de pensiones en la renta.
El resto de seguros como los PIAS, renta vitalicias o los unit linked no desgravan, pero tiene una fiscalidad ventajosa en el momento del rescate.
Seguro de impago de alquiler
El seguro de impago de alquiler se firma para asegurar el pago de alquileres por parte de los inquilinos. El beneficiario normalmente es el casero, que es quien suele suscribir el seguro.
Los inquilinos pueden firmar un seguro de protección de ingresos o de pagos que cubriría ese alquiler cuando no puedan pagarlo.
Al hacer la Renta, el casero sí que podrá desgravar el coste de este seguro de impago de alquiler. En concreto, podrá sumar el importe de la póliza a los gastos deducibles del alquiler como la comunidad o el IBI.
Mientras, el inquilino no podrá desgravar por su seguro.
Otros seguros que pueden desgravar
Por último, los autónomos podrán desgravar todos los seguros necesarios para llevar a cabo su actividad.
Esto incluye los seguros de impago o de responsabilidad civil que deba suscribir. Estas pólizas serán un gasto de la actividad económica y podrá reflejarlos como tales al hacer la declaración de la renta.
