Las casas prefabricadas e industrializadas han tomado un gran impulso durante los últimos años debido a la subida que ha sufrido el precio por metro cuadrado de la vivienda tradicional. Una de las partes más destacadas son las ventajas que este tipo de viviendas ofrecen en lo relativo a la eficiencia y la sostenibilidad. Además, sus tiempos de ejecución son más pequeños y las calidades y los materiales usados son cada vez mejores. Otra de las partes más destacadas es el de tener un precio más económico, lo que sirve para que sean cada vez más elegidas por delante de las 'tradicionales' casas y pisos.
Antes de instalar una vivienda prefabricada es importante elegir un terreno adecuado para ello, ya que al igual que sucede con la construcción de una casa convencional, este debe cumplir con una serie de requisitos, cumpliendo con determinadas características urbanísticas y algunos condicionantes topográficos.
En la mayoría de las ocasiones, la parcela debe encontrarse en suelo urbano, una característica que debe tenerse en cuenta a la hora de elegirlo y que supondrá un incremento en el precio del terreno. Desde el punto de vista legal, el terreno deberá ser edificable cuando la casa tenga la consideración de bien inmueble, consideradas como tal aquellas que están ancladas al suelo mediante cimentación y/o que requieran de suministros públicos para su abastecimiento.
De esta forma, la única posibilidad de poder recurrir a la instalación de una casa en un suelo rústico sería elegir una vivienda móvil autosuficiente y transportable.
Características para la instalación de una casa prefabricada
Si la casa prefabricada es un bien inmueble, se necesitará, por tanto, de un terreno edificable, lo que implica que la parcela tenga que contar con determinados requisitos que marcan el Código Técnico de Edificación (CTE) y las normativas autonómicas relativas al suministro de agua potable, electricidad y alumbrado, acceso a través de la vía pública pavimentada o la evacuación a la red de saneamiento, entre otras.
La catalogación del suelo se puede encontrar en el Plan General de Ordenación Urbana y en la ficha urbanística se encuentran reflejados otros datos útiles para poder conocer información acerca de la construcción como los metros edificables, los linderos y retranqueos, el número de viviendas que se pueden llegar a construir en el terreno, etcétera.
A ello hay que sumar que se debe cumplir con la normativa urbanística y de edificación, para lo que es necesario contar con algunos estudios y permisos para colocar una casa prefabricada. De esta forma, al igual que en una vivienda convencional, será necesario un proyecto, un estudio topográfico y geotécnico, la solicitud de licencia de obra al Ayuntamiento y una licencia de primera ocupación.
Más allá de cumplir con las normas marcadas por la legislación vigente, el terreno deberá tener algunas características topográficas para que la instalación de una casa prefabricada sea viable. De esta forma, a través del mencionado estudio geotécnico y topográfico se podrá conocer el nivel freático, el tipo de suelo y la tensión admisible del terreno, entre otros aspectos.
Para la realización del estudio habrá que aportar la información suficiente sobre la vivienda a instalar a los profesionales, ya que en función de sus dimensiones y de su altura, podría no ser viable su colocación en un determinado terreno, además de que de ello dependerá el tipo de cimentación a elegir.
Por otro lado, según sus características topográficas, la instalación de una casa prefabricada en determinadas parcelas puede llegar a resultar más complicada y costosa que en otras. La inclinación del terreno es un aspecto muy a tener en cuenta, ya que si está inclinado tendrá costes añadidos, y si es llano, habitualmente su precio será más elevado.
