Son muchas las personas las que a diario compran algún boleto para juegos de azar, pero pocos son los afortunados. Algunos de ellos optan por apostar en solitario; pero otros prefieren hacerlo con varios amigos o compañeros de trabajo, como es el caso de estos cuatro sanitarios, empleados del Royal Columbia Hospital, un centro hospitalario de la ciudad de New Westminster, en Canadá, que juntos apostaban con frecuencia a juegos de lotería.
Una de ellas, Heewon Choi fue quien se dio cuenta de que habían sido los ganadores del sorteo del 31 de octubre. Se encontraba en su oficina trabajando cuando cogió su teléfono móvil para comprobar el último boleto y se llevó una tremenda sorpresa. "No podía creerlo, así que se lo mostré inmediatamente a otra de mis compañeras con quién había comprado el boleto, que se sienta a mi lado", ha reconocido a medios locales.
En un primer momento su compañera, Melanie Nolan, pensaba que habían ganado 6.000 dólares. Fue Heewon quien se percató que era una cantidad mucho mayor: 6.000 millones de dólares, lo que equivale a casi cuatro millones de euros. Las dos no daban crédito de lo sucedido y no sabían cómo dar la noticia a los otros dos miembros del grupo: ¿llamarles por teléfono o esperarles?
Al final, decidieron esperar hasta que llegaran para hacer su turno. Sin embargo, al ser la noche de Halloween ambos no se creían lo sucedido: "¡Pensaron que se trataba de una broma!" No fue hasta que Heewon Choi les enseñó el boleto ganador cuando empezaron a asimilar que habían sido los afortunados del premio.
Qué harán con el premio
Choi reconoce que "siempre había soñado con ser millonaria, por esos siento que estoy viviendo un sueño". Según señala, cada uno tiene ideas distintas de qué hacer con el millón de euros que han conseguido cada uno. Aunque, sí harán algo en común: se pedirán un día de trabajo y harán una gran comida para celebrar la buena suerte.
Uno de ellos, Melanie Nolan, ya ha anunciado que planea donar algunas de sus ganancias a la Fundación del Royal Columbian Hospital, un dinero que irá destinado a aquellas personas que no pueden pagarse su tratamiento. Además, esta mujer también planea volver a la universidad para intentar conseguir un empleo mejor.
