Cambios en el modelo de negocio

La sostenibilidad aprieta al capital riesgo y lo enfrentará a su mayor reto normativo

Muchas firmas se verán obligadas a facilitar información detallada sobre sus actividades en materia de sostenibilidad para cumplir con la nueva Directiva de la UE y deberán aplicar mayores esfuerzos y recursos.

Sostenibilidad.
La sostenibilidad aprieta al capital riesgo y lo enfrentará a su mayor reto normativo.
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Las firmas de capital riesgo tienen un gran reto por delante. La nueva Directiva de la UE sobre Reporting Corporativo en Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) es, probablemente, el mayor mandato en materia de informes de sostenibilidad al que se han enfrentado hasta la fecha -y también sus participadas-. La directiva, que entró en vigor el año pasado, exige a las empresas del sector que informen detalladamente sobre una amplia gama de temas medioambientales, sociales y de gobierno de su actividad en Europa. Y especifica, además, que esta información deberá estar auditada por terceros.

"Las compañías españolas ya tenían más transparencia en información de sostenibilidad que las de otros países. A pesar de ello les va a implicar un reto grande en términos de esfuerzo y recursos. El gran reto de la CSRD no es el 'reporting' únicamente, sino la transformación del modelo de negocio que implica la aplicación estricta de los estándares europeos de sostenibilidad que se han aprobado derivados de la Directiva", señala a La Información Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC.

Bascones pone de relieve que más allá de la aplicación de los estándares europeos de información de sostenibilidad, las compañías deberán trabajar en la implantación de herramientas informáticas que faciliten la captura de la información y en la implantación de un sistema de control interno de la información de sostenibilidad con la misma robustez que la de la información financiera. En este sentido, un análisis de la consultora advierte de que cumplir con todos los requisitos será un "desafío enorme" para el sector. De hecho, recalca que pocas compañías disponen de los sistemas y procesos necesarios, así como que gran parte de la información que se les exige no está a su disposición.

Los informes afectarán ya a la actividad de este año

Muchos países de la Unión Europea (UE) tienen todavía que incorporar, o transponer, la CSRD a la legislación local - tienen que hacerlo antes de julio de este año-. "Dado que probablemente se añadirán requisitos a los ya contemplados en la propia CSRD, las firmas con entidades en múltiples jurisdicciones de la UE van a sufrir todavía un mayor grado de complejidad. Además, también tendrán que estar atentas a la nueva regulación que viene de fuera de la UE, como por ejemplo las normas de clima pendientes de aprobar de la SEC -la CNMV de EEUU-", señalan desde PwC.

Bajo este escenario, se espera que las empresas que actualmente emiten información bajo la Directiva de la UE sobre Información no Financiera (NFRD, por sus siglas en inglés) lo hagan bajo la CSRD por primera vez en 2025 sobre sus actividades del ejercicio actual.  Estas son las grandes empresas que cotizan en bolsa, grandes bancos y grandes empresas de seguros, con más de 500 empleados, así como grandes empresas que cotizan fuera de la UE con más de 500 empleados,.

Periodo transitorio para pymes que cotizan en bolsa

Por su parte, todas las empresas que cumplan al menos dos de los siguientes criterios estarán obligadas a dar el paso en 2026 sobre su actividad de 2025: las que tengan más de 250 empleados, un volumen de negocios anual superior a los 50 millones de euros o activos totales por encima de los 25 millones de euros. También tendrá que hacerlo otras grandes empresas cotizadas fuera de la UE, mientras que las pymes que cotizan en bolsa quedan exentas de realizar estos informes durante un período transitorio que durará hasta 2028.

No obstante, pese al reto, la firma de consultoría asegura que las compañías de capital privado tienen mucho que ganar por informar bajo la CSRD. Explica en sun informe que, incluso a corto plazo, la preparación para la CSRD puede aumentar o reducir el valor de una compañía participada en el momento de su venta. Asegura que algunos inversores ya contemplan los costes potenciales de la preparación para la CSRD y la presentación de informes anuales. 

"Y a largo plazo, los datos para la elaboración de informe de sostenibilidad requeridos por la CSRD pueden ayudar a los ejecutivos de las compañías de capital riesgo, y a compradores y vendedores, a entender cómo aspectos como la sostenibilidad, como el clima, la igualdad de género y las retribuciones pueden afectar a los resultados financieros de compañías en cartera o de aquellas que tengan como objetivo", añade el documento. En concreto, desde PwC destacan que la Directiva CSRD pretende equiparar, con el tiempo, la publicación de la información sobre sostenibilidad con la de la información financiera, permitiendo al público acceder a datos fiables y comparables.

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