UGT acusa de falta de escrúpulos a los gestores de compañías aéreas en España

Madrid, 30 ene.- El repentino cese de la actividad de Spanair ha vuelto a poner de manifiesto "la irresponsabilidad y la falta de escrúpulos -y de empatía- de los gestores de compañías aéreas de España", según el sindicato UGT.

El sindicato ha lamentado hoy en un comunicado que una vez más se ha echado el cierre "sin reparar en las consecuencias" para miles de pasajeros que tenían contratado su billete con la citada aerolínea y no entiende por qué es tan difícil ejecutar un cese de actividad ordenado en España.

Para UGT, en este "nuevo despropósito de una compañía aérea española hay muchos responsables", de los que los primeros son los actuales gestores de Spanair y los inversores institucionales que la han sustentado económicamente, con la Generalitat de Catalunya a la cabeza.

En segundo lugar, el sindicato ha culpado a los responsables de AENA que "deberían tener la capacidad y los recursos para detectar este tipo de situaciones extremas" y, por último, al Ministerio de Fomento.

Al Departamento dirigido actualmente por Ana Pastor el sindicato reprocha el no haber sabido definir un sector aeroportuario bajo criterios de complementariedad modal y sostenibilidad económica, propiciando así una demanda irreal que ha sido "el mejor caldo de cultivo para la creación de empresas en un sector aéreo incapaz de generar rentabilidad para todos sus integrantes".

En opinión de UGT, el problema de Spanair "no ha surgido de la noche a la mañana" y eran muchas voces -incluida la suya- las que advertían de que puntuales inyecciones de capital a la empresa no servirían de mucho si no se definía un plan industrial realista y se llevaba a la práctica por un equipo gestor competente y conocedor de la realidad del sector aéreo español.

Por ello, al sindicato le resulta indignante que ahora, como siempre, sean los trabajadores -unos 4.000 trabajadores de la aerolínea Spanair y la empresa de handling Newco, que presta sus servicios de asistencia en tierra a la primera- los damnificados por "la incapacidad y la nula visión de negocio de un equipo directivo".

A su juicio, éste no supo redimensionar y hacer competitiva una entidad que podría haber sido viable si se hubieran atajado los problemas desde su origen, es decir, en el proceso de venta de SAS, anterior propietaria, al conglomerado de inversores institucionales.

A estos últimos, UGT les acusa de haber asumido la titularidad de Spanair con la única intención de hacer una aerolínea de bandera catalana, sin reparar en los condicionantes económicos y de mercado que exigían entonces un proceso de redefinición tanto en el volumen de la empresa como en su estrategia en el medio y largo plazo, lo que el sindicato califica de "una huida hacia adelante".