Batalla global por los semiconductores

Von der Leyen avanza que la Ley Europea de Chips estará vigente este mismo otoño

La normativa, que es un intento de la UE de reducir su dependencia de los chips asiáticos y evitar problemas de suministro como los vividos en la pandemia, pretende elevar la producción europea del 10 al 20% en 2030

Von der Leyen
Von der Leyen
Europa Press

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avanzado este viernes que la Ley Europea de Chips, con la que los Veintisiete pretenden duplicar su producción de semiconductores para llegar en 2030 a un 20% de la cuota global, estará en vigor formalmente en otoño. Su anuncio se produce sólo unas horas después de que la compañía estadounidense Broadcom hiciera público que invertirá 1.000 millones de dólares (alrededor de 920 millones de euros al cambio actual) para levantar una fábrica de chips en España

“Queremos hacer de Europa un líder mundial en investigación, diseño, ensayo y producción de semiconductores”, ha incidido Von der Leyen durante una visita al Centro Interuniversitario de Microelectrónica (IMEC) en Lovaina (Bélgica). La política alemana ha incidido en que la normativa en ciernes “ya está generando un impulso asombroso. Desde que propusimos la Ley Europea de Chips en febrero del año pasado, se han anunciado más de 90.000 millones de euros de inversión industrial en Europa”, ha puesto en valor. Entre ellos estarían los proyectos que Intel, Cisco y ahora Broadcom han anunciado que establecerán en España. 

Von der Leyen, que ha visitado el IMEC junto al primer ministro belga, Alexander De Croo, y el ministro-presidente de la región de Flandes, Jan Jambon, apunta que esa institución ha recibido 300 millones de euros de financiación comunitaria. La Ley Europea de Chips es un intento de la UE de reducir su dependencia de Asia y evitar problemas de suministro como los vividos durante la pandemia.

Reducir la dependencia de Asia... y de EEUU

La iniciativa surgió a raíz de la escasez generada por la covid-19 de unos componentes que son esenciales en cualquier tecnología, desde teléfonos móviles hasta placas solares, pasando por vehículos, pero para cuya fabricación depende de Taiwán y Corea del Sur, que acaparan más del 70% de la cuota de mercado, mientras que Estados Unidos domina en el diseño.

La Ley de Chips europea busca reducir esta dependencia y ganar cuota en un mercado que mueve anualmente 433.000 millones de dólares (unos 398.282 millones de euros) aumentando la producción de semiconductores en la Unión Europea, movilizando inversiones, también en investigación dónde los Veintisiete tienen la fortaleza, y monitorizando mejor la situación de los suministros para evitar futuras crisis.

La medida cuenta con una dotación de 3.300 millones de euros del presupuesto europeo, pero la UE calcula que podrán movilizar un total de 43.000 millones de euros entre inversiones públicas, por ejemplo con los fondos de recuperación poscovid, y privadas. El pasado abril el Consejo de la UE (los Estados miembros) y el Parlamento Europeo cerraron un acuerdo sobre la legislación, que antes de entrar en vigor debe ser aprobado formalmente por ambos colegisladores.

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