Nueva York, 3 feb.- Wall Street abrió hoy con pérdidas arrastrado por malos datos económicos publicados en Estados Unidos y China, y el Dow Jones de Industriales bajaba el 0,56 %.
Media hora después del inicio de la sesión, ese índice, el más importante de Wall Street, bajaba 87,79 puntos hasta 15,611,06, mientras que el selectivo S&P 500 perdía el 0,57 % (10,18 enteros) para situarse en 1.772,41.
El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedía por su parte el 0,65 % (26,57 unidades) hasta las 4.077,30.
El inicio de la semana en Wall Street estuvo marcado por nuevos datos negativos procedentes de China, donde el índice gerente de compras (PMI) del sector no manufacturero cayó por tercer mes consecutivo en enero de 2014, llegando con un 53,4 por ciento a la cifra más baja desde febrero de 2012.
Este dato, unido a cifras poco positivas sobre el sector manufacturero chino divulgadas en enero, está aumentando las preocupaciones sobre una posible ralentización del gigante asiático.
Y a esas dudas se sumó el informe sobre el sector manufacturero estadounidense en diciembre, que se expandió ese mes a un ritmo más lento, según las cifras que divulgó el Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por su sigla en inglés).
Como resultado, tres cuartas partes de los treinta valores del Dow Jones de Industriales registraban descensos, encabezados por AT&T (2,16 %), después de que la compañía de telecomunicaciones anunció un descenso de tarifas en un intento de recuperar cuota en el mercado estadounidense de telefonía móvil.
También registraban pérdidas destacables Verizon (1,81 %), United Health (1,43 %) y Disney (1,43 %).
Pfizer protagonizaba los aumentos (3,16 %), después de que el gigante farmacéutico anunciara que un nuevo medicamento experimental contra el cáncer de mama ha superado con éxito nuevos ensayos clínicos sobre su eficacia.
Entre los principales títulos tecnológicos del Nasdaq, Facebook subía un 1,22 %, Apple un 1,05 y Tesla un 0,49 %.
En otros mercados, el petróleo moderaba su aumento inicial y se cotizaba a 97,54 dólares por barril, mientras que el oro experimentaba un fuerte incremento de casi el 2 % hasta 1,263 dólares la onza.
La rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años subía hasta el 2,673 % y el euro ganaba terreno frente al dólar y se cambiaba a 1,3514 dólares.
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