Los salarios en 'juniors' se elevan

La Covid sacude el empleo tecnológico: "El crecimiento está siendo inaudito"

La fuerte digitalización de las empresas ha elevado la necesidad de perfiles técnicos pese a la escasez de los mismos por la falta de profesionales. El trabajo en remoto ha cambiado las reglas.

Desarrollador de codigo
La Covid dispara el mercado laboral tecnológico.
Pixabay

"El mercado está como nunca. Es un crecimiento inaudito". Las palabras son de David Bonilla, consejero delegado y fundador de la plataforma de reclutamiento de personal técnico Manfred. Y se refiere a cómo la pandemia global del coronavirus ha sacudido el sector del empleo tecnológico en España. El desbloqueo de presupuestos millonarios para la digitalización de muchas empresas ha acarreado una aceleración que ha chocado contra algo de lo que ya adolecía este territorio: la falta de perfiles técnicos. Esto es lo que ha adelantado los niveles de escasez prevista para dentro de unos años y ha elevado de manera importante los salarios de entrada de perfiles de desarrolladores e ingenieros 'juniors'.

El estallido de la pandemia del coronavirus en marzo de 2020 generó un momento de 'shock' que duró apenas un mes. Ya el pasado verano comenzó un crecimiento que se ha ido acelerando con el paso de los meses. "La Covid ha despertado la necesidad de digitalizarse de muchas empresas y se ha desbloqueado mucho presupuesto", asegura Bonilla. Esto sucede en un sector con empleados cualificados, donde la barrera de entrada es importante. "La escasez de estos perfiles que se esperaba para 2025 o 2030 se ha acelerado", apunta.

Esto ha tenido una traducción clara en los salarios. Pero no tanto entre los profesionales más experimentados, donde la curva se ha ido aplanando tras una primera subida importante hace varios años. Se ha concentrado en perfiles recién salidos de la Universidad, que se convierten en objetivo de las empresas con el fin de cubrir vacantes con urgencia. Hay un caso paradigmático reciente que comenta Bonilla: en Inditex se ofrecían 30.000 euros de salario de entrada, más una serie de incentivos. En esta contexto hay que tener en cuenta lo que se conoce como 'sándwich de la muerte': la mayor parte del empleo del sector se concentra en el sector de las consultoras, donde prima la cantidad de horas. La contratación de los grandes clientes se basan en un coste por hora lo que hace que el techo siga manteniéndose casi intacto.

Otra de las sacudidas vividas en el sector tiene que ver con la rotación de personal, que hace aún más difícil la contratación para las empresas. Hay varios motivos y Bonilla señala algunos. Uno de ellos es el "cierto desapego" sufrido por los trabajadores en empresas que no se han sabido ajustar al trabajo en remoto. Otro es el choque con la vuelta a la oficina. Es lo que en mercados más grandes como Estados Unidos se ha calificado como 'La Gran Resignación': millones de empleados abandonan sus puestos de manera voluntaria en el último año. Otro de los factores tiene que ver con la puerta que se ha abierto al 'nomadismo laboral'. El teletrabajo ha abierto nuevas posibilidades laborales, lo que también ha incrementado la competencia, pues empresas extranjeras pueden 'captar' talento en España y viceversa.

En ese incremento de la competencia hay una tendencia que no sólo no la rebaja, sino que la incrementa. Se trata del movimiento de grandes compañías como Ikea o Klarna para abrir centros de desarrollo tecnológico y de innovación en España. ¿Por qué lo hacen? "Van a tener la misma competencia que en Alemania o en Reino Unido, pero con los salarios que se pagan allí, aquí se convierten en 'topes de gama. No vienen a ahorrarse dinero, sino a ser competitivo", asegura. Aunque esta modalidad no ha dejado de crecer, choca en cierta manera con la tendencia hacia el trabajo en remoto y la flexibilidad que ha traído la pandemia.

El efecto del trabajo remoto

Esa tendencia hacia el trabajo en remoto se refleja en el informe 'El impacto del COVIDgedón en el entorno laboral técnico' elaborado por Manfred, que analiza cómo la gran mayoría de las empresas técnicas tuvieron que adaptar todos sus procesos y sistemas a una modalidad remota basándose en más de 800 encuestas. El 65% de los participantes aseguró que un modelo de trabajo, en el que trabajen a distancia excepto en momentos señalados como reuniones importantes o eventos, sería el sistema perfecto. Aunque según el informe las opciones híbridas que permiten más flexibilidad son las que suben al podio, Bonilla insiste en que regresar a las oficinas puede llegar a significar una paga extra para el trabajador de parte de su empleador. "Se va a tener que sobrepagar a la gente para que vuelvan a la oficina", ha dicho el experto, a lo que añade que ahora el teletrabajo es un 'símbolo de estatus'.

Al mismo tiempo, el estar desde casa abre un abanico de oportunidades laborales para la expansión tanto nacional como internacional. El personal no sólo debe estar en el lugar donde se fundó la empresa. Por ejemplo, Manfred hoy cuenta con una plantilla que se encuentra en diferentes ciudades, desde Madrid hasta Sevilla y sienten que el teletrabajo dio paso para que las 'tech' pongan el foco en el exterior incluso. Bonilla explica que existe una globalización muy importante. Además, el estudio indica que solo un 5% volvería a un modelo presencial, por lo que hoy las compañías pueden mirar hacia el extranjero sin excusas.

Ser un profesional a distancia implica un gran cambio de mentalidad de parte de los directivos y de los empleados que aún está costando en el sector. El teletrabajo "te obliga a planificarte, no puedes improvisar y todo tiene que estar documentado", explica el fundador de la startup. Incluso, Manfred tuvo que pasar a un modelo 100% remoto y aseguran que después de dos años con la Covid, hay empresas, como ellos, que sumaron mayor cantidad de personal en plena crisis sanitaria o poscovid que no les permitirían un retorno a lo presencial: "Tendría que desmontar mi empresa… No tengo espacio y simplemente es algo que no tiene vuelta atrás".

Hoy el 82% mantiene este sistema de trabajo de forma remota frente a un 13% que puede hacerlo de manera parcial o 'híbrida'. Ante esta situación, los retos para el sector y para este modelo de trabajo son diferentes, las compañías ya no pueden medir a sus empleados en base a horas de trabajo, sino que deben hacerlo según objetivos planteados. Esta es una oportunidad para las compañías de organizarse de manera diferente y tener un cambio de mentalidad respecto a la estructura de la compañía.

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