Marta Álvarez blinda la Fundación Areces tras salir Catar de El Corte Inglés

A diferencia de años anteriores, el equilibrio de fuerzas en El Corte Inglés está cada vez más claro. Las hermanas Álvarez han ido asumiendo poder tras varios acontecimientos, sobre todo en este 2022. A la entrada de la Mutua en el capital se ha sumado la salida este verano del inversor qatarí Al Thani del consejo, del que meses antes se apeó el hasta entonces consejero delegado, Víctor del Pozo, para que la presidenta Marta Álvarez asumiera todo el mando ejecutivo, además de la propiedad. Ahora, el puesto de Del Pozo ha sido amortizado también en la Fundación Areces, órgano decisivo para garantizar el control de la compañía junto a la sociedad patrimonial IASA.

Del Pozo, que ya no figura en el listado de patronos, ha dejado su puesto sin relevo, pese a la entrada de nuevos hombres fuertes en El Corte Inglés, Santiago Bau y José María Folache, que han cubierto sus funciones. Fuentes de la organización explican que pese a no haber comunicado oficialmente su salida, el adiós de Del Pozo era cuestión de tiempo por su renuncia de "todos sus cargos" en El Corte Inglés. El ejecutivo llevaba desde 2016 en esta entidad, cuando era solo subdirector de compras, en sustitución de Juan Hermoso.

Hasta el momento, el cambio más significativo en la Fundación Ramón Areces se había producido el pasado año, cuando Marta Álvarez sustituyó al histórico Florencio Lasaga para ser presidenta de la fundación, a la vez que lo era de la compañía. A su vez, Dimas Gimeno, que ya había sido destituido como presidente de El Corte Inglés tres años antes, en 2018, y estaba centrado en su nueva aventura empresarial, también salió de la entidad. Junto a él, abandonaron otros dos hombres de la casa, Jorge Pont y Carlos Martínez Echevarría.

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La Fundación Areces es un organismo clave para fijar el rumbo de El Corte Inglés. Se trata de una organización dedicada a promocionar la ciencia y la innovación, entre otros, y está íntimamente ligada a actividades de la compañía. En 2021, otorgó casi cinco millones de euros en ayudas al estudio a los hijos de los empleados del grupo."Tratamos de devolver la confianza que depositan en nosotros los clientes del Grupo El Corte Inglés", dice la presidenta en su última carta anual. Pero, ante todo, esta entidad es la máxima accionista de la cadena de grandes almacenes, con más del 40% del capital social. 

El segundo accionista significativo es Cartera de Valores IASA, de la que familia Álvarez participa con el 18%, seguido a gran distancia del resto de familias fundadoras. Cartera Mancor o Corporación Ceslar no suman conjuntamente ni un 20% del total del capital de la empresa. Es por ese motivo que con la suma de los títulos de la fundación, donde Marta Álvarez tiene la presidencia y su hermana Cristina la vicepresidencia, a los de la sociedad patrimonial que dejó Isidoro Álvarez la saga se ha asegurado tener mando en plaza.

Y Al Thani cede el sillón del consejo

Para avanzar todavía más hacia este objetivo, El Corte Inglés dio otro paso en verano. La recompra de la mitad de las acciones al jeque Al Thani, quien hasta entonces era uno de los principales accionistas, dado que tenía un 11% del capital. El inversor qatarí, que aterrizó en 2015 para apoyar a Gimeno -la decisión no estuvo exenta de polémica- a través de un préstamo participativo de 1.000 millones de euros, se desprendió de la mitad de su participación, que fue asumido por la compañía a través de la autocartera, y pasó a ser el penúltimo accionista individual. 

Un mes después, coincidiendo con la junta de accionistas anual que celebra la compañía, su representante, Shahzad Shahbaz, cedió su sillón en el órgano decisorio. Pese a que la decisión no se comunicó, sí apareció en agosto reflejado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. En este movimiento fue fundamental la entrada de Mutua para desplazar a Al Thani como socio estratégico con el que refrendar las decisiones del grupo. El grupo asegurador compró el 8% de la compañía por 555 millones de euros en octubre de 2021 y está en sintonía con el accionista mayoritario.