Banco Santander asume que tendrá que pagar la prima de fichaje de Andrea Orcel

  • El banquero de inversión italiano y el banco mantienen conversaciones para evitar llegar a los tribunales por su frustrado fichaje.
Ana Botín, José Antonio Álvarez y Andrea Orcel
Ana Botín, José Antonio Álvarez y Andrea Orcel
SANTANDER

Banco Santander es consciente de que tendrá que asumir la prima de entre 15 y 20 millones de euros que estaba dispuesto a pagar a Andrea Orcel por su fichaje como consejero delegado del banco, según fuentes financieras consultadas por La Información. Las tres partes involucradas, Santander, Orcel y UBS, son partidarias de resolver el frustrado nombramiento lejos de los tribunales y, en el marco de las conversaciones a tres bandas que se están produciendo para salvar la situación, Ana Botín asume que tendrá que desembolsar una parte de lo comprometido con el banquero de inversión italiano, cuyo sueldo se iba a mantener en línea con el del actual número dos de la entidad.

Santander sorprendió a propios y extraños cuando a finales de septiembre anunció el reemplazo de José Antonio Álvarez por Andrea Orcel como consejero delegado del banco, pero lo hizo todavía más cuando el pasado mes de enero canceló el nombramiento a consecuencia del elevado coste de su fichaje -unos 55 millones de euros-, que excedía "significativamente" lo previsto inicialmente y que implicaba que la entidad tuviese que hacer frente a una suma que considera "inaceptable" para un banco comercial.

Para evitar llegar a los tribunales por el asunto, las partes mantienen conversaciones desde hace semanas, como reconoció Ana Botín durante la presentación de las cuentas anuales de la entidad. En este contexto, el banco cántabro entiende que abonar la prima de contratación firmada con Andrea Orcel entra dentro de lo razonable para evitar la vía judicial que se ha llegado a plantear el banquero del país transalpino, que al fin y al cabo es el principal perjudicado por la situación, ya que se ha quedado sin empleo.

La prima de fichaje es el mínimo que reclamaría a Santander cualquier bufete de abogados y, según las fuentes consultadas, oscila entre los 15 y 20 millones de euros. "El nombramiento estaba suficientemente avanzado como para exigir el cumplimiento de las obligaciones a la entidad financiera”, explica el socio de Life Abogados, Roberto Martínez, letrado con experiencia en incumplimientos contractuales.

Informe clave de UBS en Nueva York

El nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado de Santander, en cualquier caso, se produjo antes de lo que quería la entidad cántabra, que cedió a regañadientes al deseo del consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, que pidió a Santander comunicarlo 'antes de tiempo' ya que en la firma helvética había conocimiento de la marcha del hasta entonces responsable de su banco de inversión y quería anunciar a sus sucesores, Piero Novelli y Robert Karofsky, lo antes posible. En el hecho relevante en el que se anunció el nombramiento de Orcel, el propio Santander recordaba que este estaba sujeto a las autorizaciones correspondientes, “incluidas las derivadas de las condiciones” de su empleo en UBS.

En el marco del 'pacto' que alcanzó Ermotti con Botín para el nombramiento de Orcel, UBS estaba dispuesta a asumir parte de la retribución en diferido pendiente de abonar al banquero del país transalpino. No obstante, la situación se complicó sobremanera a raíz de un informe elaborado en Nueva York por la sucursal en la Gran Manzana de UBS, que decía que Orcel se iba a unir a un competidor directo, por lo que no le correspondía el abono de la retribución en diferido que había acumulado en los últimos siete años, lo que ató de pies y manos a Ermotti para efectuar cualquier tipo de pago a Orcel, que entoces pidió a Santander que se hiciera cargo de esta contraprestación.

Esto, unido a que Orcel era partidario de llevarse consigo a Boadilla a sus equipos y a que iba a aplicar numerosos cambios organizativos en Santander, provocó que, si en un primer momento todo eran alabanzas, la mayoría de comentarios que llegaban a oídos de Botín se empezaran a tornar negativos, ante el estrés que podría sufrir la organización con el directivo. Así, a finales de 2018, entre los integrantes de la entidad cántabra ya había una mayoría de directivos que se mostraban en contra del fichaje del banquero italiano, lo que, junto al elevado coste del fichaje, provocó que se cancelara el nombramiento.

Orcel se plantea abrir una boutique en el Sur de Europa 

Así las cosas, y una vez que Ana Botín tendió la mano a Andrea Orcel para evitar llegar a los tribunales, se abren una serie de diferentes escenarios para el banquero del país transalpino, que van desde colaborar de algún modo con el banco cántabro a montar su propia boutique de banca de inversión en el Sur de Europa, pues después de muchos años en Londres, tiene intención de instalarse en una región más de su gusto.

En paralelo, Santander ha decidido retocar su política de remuneraciones para los próximos ejercicios -deberá ser refrendada por su Junta General de Accionistas- y entre las principales novedades destaca que limita las primas de fichaje a los bonus percibidos por todos los consejeros ejecutivos en el ejercicio previo a la contratación. En este sentido, Botín, Álvarez y Rodrigo Echenique, generaron una retribución variable de unos 14,5 millones de euros en 2018.

"Las bonificaciones por contratación sólo se podrán acordar una vez con los consejeros ejecutivos, podrán abonarse en metálico o en acciones y, en ambos casos, no superarán la retribución variable máxima que se entregó a todos los consejeros ejecutivos en el año anterior", explica el banco en sus cuentas anuales.

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