El Sabadell llevará una 'cúpula'a Madrid para acabar con las dudas de los clientes

  • El banco trasladará un pequeño equipo de ejecutivos de divisiones operativas y de relaciones con el regulador para erradicar cualquier incertidumbre.
Imagen Banco Sabadell
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EFE

El Sabadell despliega todos los recursos para disolver las inquietudes de clientes e inversores ante el pulso independentista en Cataluña. Si el jueves movió la sede social a Alicante, ahora se reserva otra carta en la manga: llevar a Madrid divisiones operativas y de relaciones con el supervisor para reforzar la imagen de compromiso con el marco normativo del Banco Central Europeo (BCE) y con las reglas de la Autoridad Bancaria Europea (Eba).

El traslado compromete apenas a un pequeño equipo de directivos pero implica una decisión de alcance cualitativo aunque no lo sea cuantitativo, refieren fuentes al corriente de los planes, que limitan el censo de efectivos involucrados en una veintena. La plaza de Madrid figuraba precisamente por dicha proximidad al supervisor, junto a Oviedo y Alicante, entre los destinos barajados por el consejo de administración que finalmente inclinó la balanza de la sede social al Levante.

La presión de los clientes, moviendo los ahorros, y el varapalo sufrido en bolsa desde la celebración del referéndum el 1-0 convenció a la entidad para tomar decisiones drásticas. Con el traslado del domicilio fuera de Cataluña garantiza que, aunque el Govern declarase la independencia unilateral, los ahorros de clientes seguirán protegidos por el Fondo de Garantía de depósitos y que su operativa continuará dentro de un marco jurídico estable.

Garantizar los depósitos y marco jurídico estable

En emplazamiento ganador fue la antigua sede de Caja del Mediterráneo (CAM) que se adjudicó en subasta pública en 2011 y es una de las mayores entidades integradas por el grupo en su extensa carrera de compras y absorciones. En la histórica tercera plaza financiera del país, la de la Comunidad Valenciana, radica la sede Bankia -adoptó la de Bancaja- y estará la de Caixabank, que rescata el domicilio de Banco de Valencia.

Pero ahora Madrid ganará peso específico como centro en una jugada llamada a proyectar una imagen más ajustada de lo que se ha convertido el grupo. Si antes de la crisis, el Sabadell generaba el 70% del negocio en Cataluña y el 30% en el resto de España, hoy el mercado catalán apenas supone el 15% del balance.

Tras la compra de la extinta CAM, Banco Gallego, la red comercial de Lloyd’s, el Guipuzcoano o, fuera de España, varios activos en EEUU, la apuesta de expansión en México, y sobre todo, la adquisición del británico TSB, un tercio del negocio es ya internacional y otro 55% se origina en territorio nacional distinto al mercado catalán. El fundado como banco vallesano en 1881 por un centenar de empresarios y comerciantes atiende hoy a más de 11 millones de clientes dentro y fuera del país.

Duplicar cuota en Madrid

En Madrid, como en Alicante, en San Cugat del Vallés y Barcelona, dispone de centros operativos. Fue la autonomía elegida en 2014 para arrancar un nuevo modelo de crecimiento a extender a otras comunidades con gestores personales, horarios de atención de mañana y tarde en oficinas y relación reforzada en canales remotos, en lugar de una estrategia agresiva de apertura de sucursales.

Su cuota de mercado se limitaba por entonces al 4,3% y el reto era duplicarla en tres años para alcanzar el 7% con que contaba el banco a escala media nacional. La razón del menor nivel de penetración es que la madrileña es de las pocas comunidades donde no había reforzado presencia con adquisiciones de otras entidades.

Unos meses después reforzó la posición unificando en un mega edificio corporativo en las Tablas, de unos 5.280 metros cuadrados de superficie operativa, a cerca de 450 empleados procedentes de diferentes ubicaciones. Con la excusa oficial de inaugurar su nuevo distrito financiero, el consejo de administración se desplazó a Madrid para celebrar una reunión. Otros observadores lo interpretaron en aquel momento ya como un acercamiento al regulador ante el auge del sentimiento independentista.

Las mudanzas y traslados de piezas supondrán un impacto casi neutro en personal. Sus servicios centrales continúan en Barcelona, a semejanza de otras entidades como Santander, BBVA o Bankia, con sedes sociales en Cantabria, Bilbao y la ciudad del Turia y centros de dirección, operativos y centrales en Madrid. Pero las exacerbadas inquietudes después del 1-0, giran el eje de representación.

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