La conexión del Valle-Luksic alentó un Plan B en el Popular con Allianz y Mutuel

  • El exconsejero mexicano y el magnate chileno trabajaron en la ampliación, junto a bancos de inversión, hasta el 5 de junio, víspera de la resolución. 
Ángel Ron y Antonio del Valle (d) saludan al presidente de México, Enrique Peña Nieto (EFE)
Ángel Ron y Antonio del Valle (d) saludan al presidente de México, Enrique Peña Nieto (EFE)

El mexicano Antonio del Valle, que lideró la rebelión en el consejo del Popular sofocada con el desalojo de Ángel Ron, se volcó en sacar una macroampliación de capital hasta la misma víspera de la resolución. El magnate azteca convenció a Andrónico Luksic para irrumpir en el accionariado, adquiriendo un 3,014% inicial de participación; y buscaba persuadir a otros acaudalados inversores “como Allianz y Crédit Mutuel” cuando la incontenible sangría de depósitos decidió al equipo gestor liderado por Emilio Saracho a solicitar la intervención del Banco Central Europeo (BCE).

El empeño del dueño del Grupo Financiero BX+ -considerado la décima fortuna azteca por Forbes- era tal que el 2 de junio discutió, en compañía de Luksic, sobre cuál sería la mejor estructura para ampliar capital con un banco de inversión, que en una segunda reunió con ambos magnates el día 5 excusó que “no podían ayudar, a pesar de su entusiasmo anterior”. La primera fecha coincide con el inicio del proceso por parte de los supervisores europeos y nacionales, cuando el banco comenzó a necesitar liquidez del BCE, y la última es víspera de la resolución.

El detalle del ‘Plan B’ sale a la luz casi en primera persona en la denuncia que un grupo de grandes inversores mexicanos, liderados por Del Valle, interpusieron ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para abolir una decisión de la Junta Europea de Resolución (JUR) que tachan de ilegal por, entre otros factores, obviar la existencia de alternativas privadas. Y el acceso al relato ha sido posible gracias a la ofensiva legal abierta por su bufete Kirkland & Ellis en un tribunal de Nueva York para que inste al Santander a entregar determinados informes, y en cuya web facilita la consulta a los documentos adjuntados en la solicitud.

Conforme a su narración, los inversores, totalmente decididos a redoblar la apuesta en el Popular, toman las riendas de la situación tras recibir un informe elaborada por Loro Partners LLC para la familia del Valle que valora al Popular entre 1,6 y 1,8 euros por acción o, incluso, por encima si encara una fusión. El estudio, fechado en febrero de 2017, basa su optimismo en que la entidad disfrutaba del mayor margen financiero de la industria (el 1,73%) y un negocio “difícil de replicar en pymes” donde copa una cuota de mercado del 17%.

“A fin de ayudar a los inversores a identificar la mejor estrategia para garantizar que su inversión en Banco Popular estuviera protegida y el banco sobreviviera, instruyeron a un banco de inversión”, detalla. Contratan a Deutsche Bank, que estimó en 3.000 millones el déficit patrimonial y Del Valle -siempre según su narración- pide al banco entregar sus conclusiones a Saracho, quien “deseaba esperar” hasta que la auditoría interna concluyese la valoración de los activos “antes de decidir cuánto capital aumentar”.

Para garantizar una recaudación suficiente asegura que “el Sr del Valle” inició una ronda de contactos con varios inversores, convenciendo a magnate chileno para que adquiriese el 3% del capital “para fortalecer el precio de las acciones” de cara a la mega ampliación. “Se consideró que los accionistas mexicanos invertirían aproximadamente 1.300 millones y la familia Luksic otros 300 millones”, mientras buscaba atraer a “otros inversores muy ricos (como Allianz y Crédit Mutuel) y se confirmó el deseo de Pimpo en participar con otros 300 millones.

Crédit Mutuel y Allianz, accionistas históricos del Popular y aliados estratégicos en varios negocios, fueron determinantes en la salida de Ron cuando le retiraron sus apoyos y se alinearon con la presión que venía ejerciendo el inversor azteca.

En la denuncia presentada ante la Corte de Luxemburgo reconocen que el banco estaba trabajando en una venta a un tercero que sería la solución definitiva “si las deficiencias de capital no se abordaban”, pero les cogió por sorpresa la resolución porque confiaban en que dicho proceso se diludizaría a finales de junio con la presentación de ofertas para la compra. No llegó, se resolvió el 7 de junio.

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